Lean este artículo como una especie de homenaje a Peter Lim, Layhoon y compañía. Versa, el artículo, de un par de días de esta semana y de como los niños valencianos viven esta misma semana rodeados ya de pólvora y sabor a fallas. Disfrutan... son valencianos. Pero hay un pero. Cuando sacan el balón, cuando les da por jugar a fútbol, de pronto aparecen un montón de camisetas y apenas ves una o dos con el escudo del Valencia. Los ‘nanos’ lo tienen claro y así lo demuestran sus camisetas de jugar en el parque. Casi todos portan la camiseta del Madrid o del Barça... y la del Valencia tristemente dejó de existir para ellos hace ya varios años. La lección es inmensa. Y la tristeza enorme.

A las seis de la tarde

Un día cualquiera. El cole ya ha acabado y los ‘nanos’ acuden al parque una vez hechos sus deberes... o sin hacerlos todavía, pero acuden al parque. Y sí, ahora llevan de todo, cambian cromos y se pegan por el de Messi o Cristiano Ronaldo de turno y les importa un pepino si tienen repetido a este o a aquel del Valencia. Simplemente el Valencia apenas existe. Ni para cambiar cromos ni para jugar el partidillo que tiene lugar a continuación sobre un campito lleno de obstáculos que existe en el parque. Entonces, una vez cambiados los cromos, los ‘nanos’ tienen claro que van a jugar un partidillo y portan sus camisetas favoritas. Y sí, tristemente el Valencia ha perdido hace mucho tiempo esta batalla. Los ‘nanos’ ya no son del equipo de su tierra. Les gusta el fútbol y les gusta ganar. Y sí, el Valencia no gana casi nunca... por eso apenas existe para su joven corazón y solo se ven camisetas del Madrid o del Barça.

El antiguo SUPER

Yo tuve la suerte de trabajar en SUPER hace ya unos cuantos años y era una época -en la que SUPER aportó su granito de arena- en la que todo el mundo se sentía orgulloso de ser del Valencia. Benítez mandaba en el cuadro técnico y nuestros blanquinegros -el uniforme comenzó a llevar pantalón negro años antes gracias a una campaña organizada por el presidente Paco Roig y el propio SUPER- se dejaban la piel en todos y cada uno de los partido que tenían que jugar. Yo, les voy a ser sincero, entonces no iba al parque que voy ahora... pero sí que tenía ojos para ver todo lo que sucedía a mi alrededor. ¿Y que veía? Pues veía a miles y miles de ‘nanos’ orgullosos de lucir la camiseta de su Valencia e incluso los seguidores del Madrid o del Barça eran una minoría muy minoritaria... muy poquitos entonces.

Falta de interés

Y el asunto es grave. Ya no se trata de si crees o no crees en Peter Lim y la gente que controla el Valencia. Se trata de que hoy en día los seguidores del Valencia -entre los que me incluyo, yo no ‘dimito’- somos una minoría aplastante dentro del panorama del fútbol español. Apenas existimos. Y menos existimos todavía para los ‘nanos’ que pueden tener entre cuatro, cinco, seis o siete años, y les importa un pepino el Valencia y el ridículo habitual que viene haciendo el Valencia de forma continua. Y sí, yo me siento apurado y rodeado de una pregunta que no sé ni como responder: ¿Cuándo volveremos a ser un equipo competitivo? Y me quedo también con una pregunta/respuesta inapelable: ¿No tienen envidia de la afición del Atlético de Madrid o del Sevilla? Yo sí, la verdad. Y lo triste del caso es que cada día me siento más solo y disparatado. Tristeza.

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