Zaza es Zaza, un tipo singular que parecía estar de vuelta de todo. Lo tenía en su agenda García Pitarch -yo he criticado a García Pitarch, pero eso no significa que todo lo hiciera mal- y Alexanko cerró la operación en el mercado de invierno. Y llegó Zaza. Llegó a un equipo que había obrado la desfachatez de quitarse de encima a sus dos ‘nueves’ en el mercado de verano. No estaba Álvaro Negredo ni estaba el valenciano Paco Alcácer... y así de mal estructurado comenzó el Valencia de Peter Lim una temporada con pinta de angustiosa.

Explota

Y sí, ahora Zaza ha conseguido en poco tiempo lograr dos asuntos francamente difíciles de igualar por esta tierra. Por un lado Zaza es un ‘nueve’ muy distinto a los dos anteriores: juega por todo el campo y se implica en todos y cada uno de los partidos. Y por otro, está demostrando a todos los especialistas que le daban como futbolista acabado que sí sabe jugar a fútbol y que además su carácter tiene un toque valenciano que no se imaginaba ni él mismo. Cae bien y al personal le gusta y le hace gracia. Y estas dos cosas tan simples y tan complicadas confluyen con naturalidad en Zaza de forma indisimulada. Es un tipo que se deja la piel en todos los partidos y además ha sabido transformar su condición de ‘nueve-nueve’ es una especia de hombre para todo que el equipo agradece de forma rotunda.

Dos golitos

A Zaza es evidente que le faltaba gol. Mucho ritmo, mucho juego, un nivel de potencia que realmente llama la atención, pero pocas dianas en su cuenta. Sí se veía que era un ‘nueve’ con un sitio claro en el equipo... pero faltaba el gol, o faltaba su facilidad para hacer gol. En Granada se transformó de forma notable. Marcó dos ‘pepinos’ de forma casi consecutiva y estuvo a un paso de hacer el tercero. Vale, sí, el Granada no es casi nadie... pero para ser eso, para ‘ser casi nadie’, eso se tiene que demostrar en el campo... y eso sucedió con la estimable colaboración de un ‘nueve-nueve’ de los que gusta tener en el equipo.

Es nuestro

Otra verdad sobre Zaza: ya es nuestro. ¿Y? Pues miren, yo me alegro. A estas alturas no tengo ni idea de quién va a ser el nuevo entrenador del equipo pero me motiva tener a un futbolista que transmite buen rollo en todo lo que hace. Y a mí eso me interesa. Simone Zaza cae bien, gusta a la afición valencianista. A veces es brutote, un poco ‘animalot’, pero se mueve con soltura por todo el campo y el Valencia de alguna forma recupera el sabor de jugar con un delantero centro como mandan los cánones del fútbol. Y además, es superior claramente a un Paco Alcácer con un físico muy inferior y una presencia en el campo -siendo del Valencia- también muy inferior y es superior a un Álvaro Negredo que ya otea desde hace tiempo sus últimos momentos en el fútbol profesional de su carrera. Así pues, me inclino ante Zaza. Es un tipo atractivo, con gracia, y si encima se apunta al camino de hacer goles tenemos ‘nueve’ rato. Bienvenido señor.

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