Cuando era joven, fui monitor de niños en campamentos de verano durante algunos años. Cuando llegaban los chavales, cada uno era de su padre y de su madre. Biológicamente eso es muy respetable, pero a nivel de actitud, no tanto. Muy centrados en sus propios intereses, poco dados a compartir, aún menos a abrirse a otros, y sobre todo con prejuicios. A medida que los días iban pasando les metíamos caña y, además de pasarlo pirata con rallies, expediciones con brújulas defectuosas y noches al raso, regresaban con nuevos valores y amigos imperecederos. Algo de todo eso me ha recordado esta semana el primer entrenamiento del ‘Campamento Marcelino’. Más que una pretemporada parece un campamento de verano, ¡pero de los de los Boinas Verdes! Solo de verlos entrenar en las fotos me da sed…

Eastwood

Y es que, ahora que estamos pensando los mundanos currantes que las vacaciones están a la vuelta de la esquina, los futbolistas han vuelto al tajo. ¡Aunque vaya tajo! El míster les tuvo en la primera sesión nada menos que trece horas, ¡13! a golpe de timón. Se dice pronto, pero es mucho rato. Buscando el símil cinematográfico, el año pasado esta casa era La Dolce Vita, y ahora se parece más a El Sargento de Hierro. El técnico tiene la mano dura de Clint Eastwood y quiere una legión de soldados en forma. Todos al lío, incluidos los que el club no quiere. Excepto Santos, que pretendía enrocarse en una posición de fuerza, pero ya ha comprobado que tiene la fuerza de un colibrí intentando derribar a un dinosaurio. El club se lo ha dicho hasta en esperanto.

Cesiones

Algunas declaraciones me parecen excesivamente crueles. Pero al final hay que llamar al pan, pan y al vino, vino. Claro, que él verá entrenar hasta a Negredo y dirá, "¿por qué yo no?". No hace falta que lo expliquemos. Hay que venderlo. Bueno, en realidad lo cedemos al Sao Paulo. ¡Otra cesión! Vamos a batir el Guiness. ¿De verdad es tan difícil intentar que alguien compre a tíos que han jugado en la Primera División de España? Aunque fuera venderlo por cuatro, que es la opción de compra de los brasileños, cuando el jugador sería una… Un momento. Disculpen. Voy a frenar. Acabo de pararme a releer lo que he escrito. Es que costó más de nueve. ¡Nueve! Si es que, de aquellos polvos estos lodos. No hay más que decir.

Central

Lo de Albiol no pudo ser, y desde la grada no lo entendemos. No nos podemos creer que no tuviéramos seis milloncejos para pagar lo suyo. No sabemos si era porque no era del agrado del míster, porque no quería venir, o cualquier otro motivo. Pero por seis millones no vamos a encontrar nada mejor en calidad-precio. Dice el de Vilamarxant que él estaba de vacaciones y que sólo pensaba en Nápoles. Normal. ¿Qué va a decir? Le deseamos suerte. Pero necesitamos un central. Eso es lo que la afición está esperando. Todo el mundo pide paciencia, hasta Mendieta, pero la grada está agotada. Se repiten muchos errores de gestión. Por ejemplo, la gente piensa que hemos empezado la renovación por el sitio que, a priori, menos falta hacía.

Portería

En la calle podemos intuir cosas, pero las razones por las que Alves no le encaja al míster las desconocemos (aparte de la altura). Claro que, viendo a Neto, su planta, su agilidad, y sobre todo sus maneras, podemos concluir que se ha fichado no sólo calidad, sino carisma. Si bajo palos tiene la misma clase que ante los micros, hemos acertado. Y si eso es así, por lógica deductiva lo que estamos construyendo, desde la perspectiva de gestión de Alemany, es un grupo. La plantilla estaba tan mal que lo primero que hay que construir es grupo, y luego equipo. Sin el primero, no hay segundo. Quiero pensar que, aunque deportivamente la portería estaba cubierta, el equipo necesitaba reconstruirse desde atrás. Por cierto, Jaume fue en su día el mejor del equipo durante muchos partidos que se echó el equipo a la espalda. La afición no lo olvida.

Sito

La gente tiene miedo. Miedo de que a última hora de mercado lleguen deprisa y corriendo tres jugadores de emergencia, cedidos y sin la pretemporada a cuestas. Que nos quiten a alguien que de verdad duela por veinte kilos, y que se usen dieciocho para comprar un jugador que no los vale. Una pretemporada, por cierto, que ya se ha cobrado alguna víctima. El canterano Sito se cayó al inicio porque se ha resentido de su lesión muscular. Ojalá le den otra oportunidad. Y es que trece horas de exigencia física brutal para empezar están dabuten, pero tienen ese riesgo. A Sito se le tenía que haber bajado la intensidad, al principio. Ahora, en Évian-les-Bains el que se retiró con fisios fue Negredo. Auguro más bajas porque a este ritmo de paliza algunos no aguantarán. Pero es lo que queríamos muchos en la grada: un campamento militar. Disciplina, vaya.

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