No pretendo hacer un juego de palabras con las artes marciales de Asia, sino que el título me ha surgido tras leer la decisión del Comité Disciplinaria y de Ética de la Confederación Asiática de Fútbol (AFC), de abrir expediente al entrenador portugués Andre Villas-Boas.

Y es que éste movió en exceso la lengua y soltó unas cuantas frases, no filosóficas, sino de rencor, a raíz del partido de cuartos de final de la Champions League de Asia, que enfrentó a dos equipos chinos, el suyo, el SIPG de Shanghai y el famosísimo Evergrande de Guangzhou, últimos campeón tanto de la Liga como de la Champions.

Habiendo ganado el SIPG 4-0 en la ida, parecía que iba a hacer ´un PSG´ cuando estaba el marcador 5-1 a favor de Evergrande, en la vuelta, pero el resultado no llegó al del Barça contra los franceses y se tuvieron que tirar los penaltis (allá los goles fuera no valen doble). Tras la lotería, el SIPG de Villas-Boas pasó a semifinales.

Pero, he aquí que se quejó el portugués de los árbitros, lo que no es una novedad, y de lo mal que lo habían hecho porque enfrente estaba el grande de China y Asia (lo que tampoco es una novedad€ lamentarse de que los más ricos del fútbol tienen bula arbitral), sino que tiró por otra vía y es la que me hace reflexionar.

El vecino ibérico rajó de lo lindo porque, según él, los del Evergrande habían preparado unos accidentes de circulación para impedir que el autobús de su equipo llegara con tiempo suficiente al estadio. Quien conoce Shanghai sabe de la dificultad de desplazamiento en la mole de cemento y humanidad que la componen y que, además existen incidentes con vehículos cada segundo.

No obstante, él se basa en unos videos que miembros de su equipo de entrenadores habían tomado donde, según dice, los cinco accidentes que ocurriendo delante del paso del bus del equipo tenían a varios coches que repetían, cuales actores ante un estreno, los choques.

Se le hace a uno extraño lo que dice Villas-Boas, porque el autobús llegó al estadio, lo que significa que pasó por el lado de los accidentados y deberían haber vuelto a la ruta, pasar su vehículo y volver a hacer el mismo numerito. Creo que al entrenador del SIPG le entró el miedo escénico y los sudores fríos del 5-1 (aunque pasara por penaltis al final) le hicieron ver visiones.

De cualquier modo, como las meigas en Galicia, haberlas haylas, y nos encontraremos cada vez con mayores excusas para los posibles fallos de un equipo y más con lo que se juegan los entrenadores (su puesto y a veces su futuro, porque cuanto más despedido es uno, más difícil aparece volver a trabajar).

Sin embargo, tampoco estoy del todo seguro que esas ´malas artes´ no puedan existir, aunque no sé si la cascada de coches de Shanghai, cual autos de choque fue verídica. Eso recuerda a otro hecho muy conocido como fue el supuesto envenenamiento del agua que bebieron varios jugadores brasileños, en el partido que les enfrentó a Argentina, en los octavos de final de la Copa del Mundo de Italia, en 1990.

Branco, el lateral izquierdo de Brasil no solo insinuó sino que dio nombres a quienes, según él, añadieron una sustancia somnífera a los botellines de agua que, tras una falta y con el bochornoso verano italiano, distribuyó el masajista argentino Di Lorenzo. Branco y algunos otros bebieron y se sintieron mal.

Branco habló años más tarde, coincidiendo con él en Guatemala, con Bilardo, el entonces entrenador argentino que le dijo « todo vale en el fútbol», lo que interpretó el brasileño como un reconocimiento. Maradona puso su grano de arena diciendo que sí, que se había puesto Rohypnol, para que los cariocas perdieran fuerza física, lo que desmintió inmediatamente el presidente de la Federación, Julio Grondona. El hecho es que ha quedado como las mayores ´malas artes´ en el fútbol.

Sea con somníferos o con accidentes de coche, el fútbol no pierde su grandeza pero quizá, aparte de sancionar a Villas-Boas, la AFC tendría que abrir un expediente, no sea que unos chinos intentaran engañar a otros chinos€ Mientras se acerca el otoño, leamos a José Luis Correa y sus ´Quince días de noviembre´.

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