El presidente del Valencia CF, Anil Murthy, aseguró hace apenas un par de meses en la presentación de la nueva temporada de la escuela que allí, entre esos niños, estaba el futuro del club porque la entidad no tiene el potencial económico para acudir al mercado a comprar grandes jugadores. Seguro que cuando dijo esas palabras no cayó en la cuenta de que apenas unas semanas después el club enviaría a sus dos mejores jugadores juveniles a un escaparate tan grande como el Mundial sub-17 de la India sin blindar. Siendo justos, si Ferran fuera un jugador común hubiera estado blindado pero el problema es que no es un jugador común.

Los dos han sido básicos en el once de Santi Denia en el subcampeonato del Mundial y el club ha corrido un alto riesgo de perderlos por no haber previsto antes esa situación. De hecho, ha sido durante el torneo cuando ha tenido que actuar a marchas forzadas para poder retener a los dos y parece que en ambos casos habrá final feliz y los dos seguirán vistiendo de blanquinegros pero este es un asunto a mejorar en situaciones futuras parecidas.

Primer asunto

El primer asunto en explotar fue el de Ferran. El jugador se marchó al Mundial sabiendo por boca del propio Marcelino que a su regreso pasaría a entrenar con el primer equipo. Sin embargo, un chivatazo desde Barcelona alertó al club de que la entidad azulgrana venía con los ocho millones de euros de la cláusula a llevarse al joven extremo. Mateu Alemany cogió el toro por los cuernos y reaccionó acogiéndose a una cláusula del anterior contrato por la que el Valencia CF tenía la opción de renovar legalmente al futbolista haciéndole ficha y contrato de primer equipo, hasta 2020, y con una cláusula de 25 millones. En mi opinión, en el club no están del todo convencidos de colocar ya al jugador en el primer equipo pero como me reconocen se han visto obligados a ejecutar esa cláusula porque era la única manera de blindar al futbolista con 25 millones. Me encantaría equivocarme y ver a Ferran corriendo muy pronto la banda de Mestalla pero tengo la sensación de que internamente en el club quieren que juegue toda la temporada en el filial para poder competir pero eso es inviable si el club quiere cumplir lo que ha puesto por escrito.

Es decir, el Valencia CF se ha comprometido por escrito a que el jugador a partir del 1 de enero tenga ficha del primer equipo porque esa es la única manera de que renueve un año más, hasta 2020, pero en realidad creen que el chico hoy no tiene sitio en la primera plantilla. Ferran lleva años escuchando ofertas astronómicas de Barça, Real Madrid (llegó a ir a Valdebebas y rechazó fichar), Chelsea, Juventus, etc. Siempre ha tenido claro que quiere cumplir su sueño de triunfar en el Valencia CF y eso quiere. Su progresión ha sido increíble y siempre ha destacado jugando con chicos de dos y tres años mayores. Ahora, no quiere perder la oportunidad de ser futbolista y espera con ganas las oportunidades que le brinde Marcelino. El club debe saber cuidar a este futbolista porque es diferente y porque el cariño deportivo es la llave para ampliar más años el contrato, como bien sabe Alemany. En mi opinión esta ha sido una situación que ha atropellado al Valencia CF por no haberse sentado antes a blindar al jugador cuando lleva varios años en el filial con edad juvenil. De haberlo tenido atado seguramente hoy no habría necesidad de subirlo de golpe al primer equipo y podría entrenar con Marcelino y competir con el filial.

Segundo asunto

Si la situación de Ferrán atropelló al Valencia CF, no lo ha hecho menos la de Guillamón. El club mandó al central al Mundial sabiendo que su contrato finalizaba en junio. Un jugador que si ´googlean´, siempre ha estado en el radar del Barcelona. Su nivel es conocido desde alevín y el club ha podido reaccionar para renovarlo. Finalmente seguirá con un ascenso inmediato al filial de Penev y con un contrato que también premiará al club si se apuesta deportivamente por el defensa.

Ambos son el futuro. Los dos están sobradamente preparados para ser los próximos Soler, Lato, Nacho Gil o Nacho Vidal. Ahora, falta cuidarlos, apoyarlos y ponerlos a jugar. Paterna es una mina y el Valencia CF debe estar más atento a sus joyas para evitar fugas como las de Abel o Víctor Chust y que podrían haberse dado con estos dos jóvenes talentos.