Esta travesía en el desierto acaba hoy, a las 16:15 horas. Nos ponemos las pilas en Barcelona para jugar contra los de Quique, aún removidos por la doble sacudida para Zaza. Una, la eliminación de su bendita Italia, en una tragedia futbolera para los anales. La segunda, el diagnóstico de rotura (parcial) de ligamento externo, que nos comentaba Marcelino en rueda de prensa, diagnóstico que mi traumatólogo y amigo, el gran Dr. Joaquín Arregui, vaticinó y comentó como probable en su cuenta de Twitter, a la vista de los gestos del jugador y de los últimos acontecimientos. No hay nada como un médico para tener ojo clínico. El externo es un menisco que da la lata, pero parece que no impide absolutamente los quehaceres… hasta que dice «me rindo». Por eso, hay que dosificar al delantero. En concreto, hay que sacrificarlo en Cornellà, hoy. Tiene cuatro amarillas. Después viene el Barça… Blanco y en botella. Bueno, azulgrana, quiero decir.

Tres puntos

Lo que no sé es qué puede hacer que Marcelino se lo piense. Los entrenadores tienen estas cosas. Como el fútbol es muy loco, puede que toda la aparente lógica caiga ante un aspecto o razón que el míster baraje y que no se nos había ocurrido. Se me ocurre una razón. Los tres puntos de Cornellà son más accesibles, a priori, que los del Barça, aunque el Espanyol no ha sido nunca una perita en dulce. Y contra el Barça puede siempre pasar de todo, juegue quien juegue, y pite quien pite. Así que, quizá, en las cábalas de Marcelino esté asegurar esos tres puntos para seguir en la pomada, porque lo de Mestalla la semana que viene, a saber. Si a eso le sumas que Soler está saturado de minutos, es lógico que el míster tenga sus preocupaciones y se lo piense mucho antes de retocar en exceso su once ideal.

Guedes

De todos modos, tenemos que hacernos a la idea de que hay que buscar otras soluciones. Santi Mina parece más centrado y sus números saliendo desde el banquillo son de Rookie del año. Por supuesto, no es novato, pero para mí este es el primer año que está a full. Además, es muy joven y tiene que tomarse las cosas con calma. Ahora es buen momento para hacer dupla con Rodrigo, que es la bandera de este equipo. (¡Quién lo iba a decir! Rodrigo me ha cambiado todos los esquemas.) Pero tampoco les veo a los dos como la solución definitiva para todo el año que queda. Me temo que es la hora de Guedes… y de un fichaje de invierno que aporte la serenidad de chufos que nos da Simone. Y ardo en ganas de ver jugar (tanto como él de jugar, a tenor de su cuenta de Twitter) a Parejo, mi Rock’nrolla, que algunos dicen que es un ‘pechofrío’, pero es mi ‘pechofrío’, mi capi, el hombre de hielo esencial en este deporte de locos.

Frase enmarcada

Y frente al hielo, Javi Fuego tratará de amargarnos la tarde. Grandes recuerdos dejó ese jugador en nuestra casa. Dirigido por Quique, del que soy incondicional, como personaje y como entrenador. También estará Piatti, sobre el que hay más diferencia de opiniones. Fue un jugador con chispa y cualidades, pero pecó de irregular. Este año, sin ir más lejos, no está tan fino como el año pasado, y quizá por ello esté en entredicho. Estas cábalas me asustan, porque el Valencia es especialista en romper rachas, positivas y negativas; y también en que se dé la carambola de que quien nos toque los bemoles sea un jugador con el que tengamos relación de algún tipo. Al menos, el jugador dijo una frase en rueda de prensa que es interesante: «Es un club con una masa social muy importante, en la que se nota mucho lo que es estar dentro del club. Lo que realmente mantiene viva esa ilusión es la afición, que es muy grande».

Lubo

Hasta hace una semana, pensaba que frases así había que mandárselas enmarcadas al Chiringuito y algunos más, para que entiendan cómo es realmente esta nuestra afición. Pero después del lío de la semana pasada también habría que enviarla en un marco a las oficinas de nuestro propio Valencia CF. Por cierto, se ha montado buena con el club y Penev. Tampoco es que su temporada al frente del Mestalla fuera para tirar cohetes. No iba a batir records, precisamente. Y si encima lanza la bomba de que se pretende presentar a presidente de su Federación, se la ha puesto al club botando y al pie, para empujar a la red. ¿Quizá si estuviera haciendo la temporada de su vida, el club comulgaría con ruedas de molino? En fin, Lubo estará siempre en nuestros corazones, pero haber sido un crack en el fútbol no te garantiza que tengas que tener el mismo éxito como míster, necesariamente. Tampoco ha tenido tiempo de acabar, pero siempre tendrá una estatua en mi corazón. Está en el top cinco de los jugadores con los que mejor me lo he pasado en Mestalla. Quiero que Guedes entre en esa lista.

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