El Valencia CF ha dado un salto cualitativo en el capítulo de fichajes. Hace no más de una temporada compraba a precio de oro a jugadores todavía por explotar o a auténticas ruinas. Ahora compra caro, porque es así, pero se trata de futbolistas que han dado previamente un rendimiento y se minimiza de esta forma el margen de error. Traer a Sandro Ramírez o Stefano Sturaro supone asegurar el tiro. Vienen con un sello de calidad. En el caso del delantero, el del FC Barcelona; mientras que el mediocentro italiano tiene el certificado de garantía de la Juve. Paulista (Arsenal), Murillo y Kondogbia (Inter), Neto (Juve) o Guedes (PSG) son la mejor muestra. Y el denominador común es Marcelino. El técnico asturiano, pese a su afán por aparentar que no está presente en la toma de decisiones, es el factor decisivo para cerrar las operaciones. Si vienen Sandro y Sturaro es porque saben que Marcelino los va a poner. Y después su rendimiento dependerá de ellos mismos... y de Marcelino, que les inyecta un plus con su trabajo táctico. Marcelino es el sello de calidad del Valencia.

Meseta

Al entrenador del Valencia le ha pasado como al que va al circo con los niños a pasar la tarde y acaba saliendo, obligado por el domador, al centro de la pista donde le esperan las fieras famélicas. Así es como se las gasta el nacionalmadridismo. ¿Cómo osa un tal Marcelino García hablar así del Real Madrid? ¿Nadie le ha dicho que decir que el equipo de Zidane ha perdido potencial es señalar a Florentino? De verdad, qué agonía. Siempre que el Valencia CF va por delante del Real Madrid surgen estas polémicas con olor a merengue podrido. La respuesta de ayer de Marcelino tiene más sentido común y educación que todo el entorno madridista junto. Como decía el Diego, "que la mamen"...

Los Suárez

Una derrota y aquí parece que se acabe el mundo. Cierto es que la forma en que se produjo en Getafe no se la esperaba nadie. Ante un rival más intenso que el propio Valencia, que ya es complicado. Y con una permisividad arbitral muy lamentable. El colegiado catalán Medié Jiménez debería meterse en la nevera por su propio pie y no salir al menos hasta que pasen las elecciones de su tierra. ¡Qué manera de fomentar la violencia! El hombre se pensó que con la expulsión tan temprana ya había hecho su trabajo y dejó campar a sus anchas a los jugadores azules, especialmente a Damián Suárez.

Pocos jugadores tan sucios he visto en muchos años sobre un campo de fútbol. En la Premier League un tipo así no dura ni un minuto. Pero claro, estamos en la mejor Liga del mundo. Y aquí todo vale. Desde que pegue mandobles a mano abierta a los delanteros rivales -como hizo con Andreas Pereira dentro del área en la primera parte y con Santi Mina en la segunda- a que simule agresiones delante del cuarto árbitro y tenga la osadía después de gritarle y amenazarle con el dedo acusador. Pensaba que eso sólo podía hacerlo Luis Suárez. Por lo visto, la cosa va con el apellido€ Ya vendrá a Mestalla este tal Damián y me encargaré de recordárselo durante toda la semana a los aficionados en redes sociales y en los programas en los que participo. Porque la afición del Valencia CF es muy buenaza y tiene poca memoria. No olvidemos a Pedro León y sus provocaciones que quedaron en el olvido en su siguiente visita a Mestalla. Somos así€

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