Para el psicólogo. Un Valencia con escasa brillantez se llevó un empate de tierras insulares en un partido en el que al principio daba la impresión de que los valencianistas no se tomaban muy en serio. La primera parte fue tenebrosa. Por poco fútbol, por escasa intensidad y por dejar que una escuadra muy inferior en cuanto a fútbol y su elaboración se te subiera a las barbas de forma indisimulada. Si habláramos solo del primer tiempo deberíamos decir que el resultado final fue injusto con el empuje canario. Si, por contra, unimos ambas partes y hacemos un balance final de lo sucedido vemos que sí, que el Valencia en cuanto sacó a los imprescindibles se puso a dominar de forma intensa pero no remató la faena por la falta de fútbol en su primera mitad.

Me sabe a poco

Miren, les voy a ser franco, es cierto que debutaba Jémez en el cuadro insular pero no es menos cierto que la Unión Deportiva es hoy por hoy el colista de toda la Primera División. Y ante ese colista no vimos a un equipo interesado en el choque ni con ganas de dejar resuelta la eliminatoria a las primera de cambio. El Valencia se mostró como un triste dibujo de lo que todos suponemos tiene por dentro este equipo. La falta de intensidad es digna de que la analice algún psicólogo deportivo de esos que sí saben por donde van los tiros. Yo simplemente diría que el Valencia de ayer, especialmente el de la primera mitad, no me representa para nada. No puso la carne en el asador y se dejó dominar por una escuadra que tiene el futuro complicado. Y eso a mi me da mucho pena.

Los guardados

Supongo yo que tanto Parejo como Rodrigo y Guedes era intención del Valencia darles descanso para que se centraran en la Liga y en los esfuerzos que tiene que hacer el Valencia. Ahora bien, tuvieron que salir a jugar los tres y a mí me quedó claro de nuevo una realidad que la vengo pregonando últimamente pero que en el Nuevo Estadio Insular me quedó francamente patente. Miren, Alemany en compañía de Marcelino hicieron un cambio brutal en la plantilla pero que yo estimo que escaso en cuanto a nombres y números. Ayer de todas todas era un partido para que muchos de los titulares descansaran y recargaran pilas pensando en la Liga inmediata que viene. Pero no pudo ser. El Valencia tuvo que recurrir a los de siempre y exclusivamente los de siempre sí dieron muestras de que están años luz del conjunto canario. El empate final es el justo premio a la superioridad del Valencia en la segunda mitad.

Y lo de Vietto

Ayer fue un día especial que dio para casi todo. Pero en ese casi todo debemos hacer mención especial a la llegada de Vietto y a la reacción de la afición con este fichaje. Yo de entrada les diré que me parece bien pero que de momento, tal como se demostró ayer en el envite copero, es poca cosa para un equipo que necesita mucho más que simplemente Vietto. Miren, sobre Vietto, tengo claro que su mejor misión en el fútbol español la cumplió en el Villarreal con Marcelino en el banquillo. Y Marcelino es ese tipo que ha sabido sacar su juego a futbolistas como Zaza, Rodrigo o incluso Mina que hasta su llegada parecían unos desaparecidos en combate. La cabeza juega a fútbol más que las botas y la cabeza de Vietto va a estar totalmente entregada Marcelino y por lo tanto al Valencia. ¿Si me alegro de su fichaje? Pues sí, me alegro... pero me faltan algunos más.

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