Si notan que meto la pata en alguna coma o tilde, o incluso cambio de acento, o multiplico consonantes, es que aún me tiembla el pulso desde el partido contra el Barcelona, el jueves pasado. Hacía años que no sentía esa sensación de estar jugándonos algo. Lo que fuera, aunque se tratara de la honra. La tensión se masticaba en el aire, como un chicle. Pero a ver cómo le convences a un niño de que un partido sin ocasiones propias es electrizante. Para él, el sabor del chicle no dura. A muchos, el partido no les pareció para echar cohetes. Durante el encuentro, en algunos de mis grupos de WhatsApp, la peña se quejaba de que así no llegaríamos a nada. Yo, en cambio, creo que fue el partido más inteligente del equipo en mucho tiempo. Eso también es fútbol.

BUP y ESO

Una primera parte ordenados como rocas detrás, moviéndose todos en espacios de una baldosa cuadrada, parapetados sacando cubos. ¡Chapeau! Es que, desde lo del tiki-taka, se ha creado una corriente de opinión dominante que mancilla al equipo defensivo y enarbola las virtudes del equipo ofensivo. ¡Da igual quien pierda, ojo! Sólo hay halagos para uno. Y eso es, simple y llanamente, una falacia. Y, si aún me apuran más, como decíamos de cachondeo algunos colegas del instituto mientras señalábamos con el dedo al mentiroso: ¡falacia iusnaturalista! en honor al ínclito profesor de Filosofía en BUP. Para los de la ESO: el BUP no es la onomatopeya de un eructo; el BUP es... bueno, el BUP es... ¡eso! Para las nuevas generaciones: la Filosofía es un sistema de razonamientos que... ¿pero quieres dejar la Play?

Lo bueno

La falacia esta consistiría, así, dicho mal y pronto y aplicado al mundo del fútbol (en cuanto aplicas algo al mundo del fútbol, todo poso de respeto intelectual se va por el sumidero, pero si marcamos gol da igual) en confundir algo «bueno» con «lo bueno», por antonomasia. Jugar bonito y al ataque está muy bien, a priori. Pero eso no significa que sea precisamente bueno. Y menos en el Nou Camp. ¡Eso es lo que ellos quieren! Que dejes huequitos. Huequitos sabrositos. Para que Messi y Suárez te metan golitos. Uno, porque se juega él solo todos los partidos, y el otro, porque le dejan jugar todos los partidos. Jugar defensivamente ‘es’ bien, a veces, pero no ‘debe ser’ bien siempre. De hecho, jugar mal y ganar ‘es’ bien. También. Lo bueno es pasar. No sé si me explico. Esto es un cacao.

Tarjetas

Y si la primera parte perdíamos la pelota del estrés, pero no dejábamos huecos, en cuanto nos estiramos en la segunda parte, creamos ocasiones. Ellos, a la par. Pero en igualdad de condiciones, nos ganan 1-0. Porque tienen a Messi, que está protegido hasta extremos de tenerlo en escaparate. Se puede mirar, pero no tocar. El siguiente paso sería que juegue por holograma, así nadie le tose, y él no tiene que lanzar esa miradita desafiante, prácticamente cada vez que le frenan con una sencilla, simple y llana falta. ¿Qué me dicen de Suárez? Nadie duda de su calidad, ya lo quisiera yo en mi equipo. Pero es que la lista de tarjetas amarillas de la Liga la encabeza...¡Parejo! ¡El jugón! Tiene 11 (+1 en Copa). Luis tiene 4. Y espera, que aquí viene lo mejor. ¡Por protestar, 0! ¡Si no para! ¡Jajajajaja!

Opinión

¿Qué podemos añadir de la patada de kárate de Sergi Roberto a Andreas Pereira? El parte médico lo dice todo. ¿Hay antecedentes de artes marciales en nuestro fútbol? A Marchena le pitaron un ushiro-nage, érase una vez. Queda tan sólo dejar constancia escrita, para que las hemerotecas nos recuerden cómo son las cosas que parece que no cambian. Aunque sí cambian, sí. Van a peor. Cuantas más cámaras, más slow motion, más primeros planos, más VAR… más se verá todo. Los regates, los goles, los susurros, los ‘gapos’, y también las decisiones arbitrarias. ¡Digo, arbitrales! Perdón, ¿no les he dicho que me tiembla el pulso? También ha cambiado la objetividad de los narradores. Bueno, directamente, ha desaparecido. Aquí ya nadie da información, todo el mundo da su opinión. Es como una gran torre de Babel.Atlético

Contra Real Madrid y Barça, alea jacta est. La duda me la generan partidos como el de esta noche, en el Wanda (se llama así). Dos equipos que merecerían perder, directamente, para los intereses de «Los Dos». Prepárense los jugadores, porque en Madrid ha dejado de ser primavera, y ha entrado un chorro de aire frío de la sierra que congela hasta las ideas. Y eso está en el límite de la ciudad. Casi, casi, en Coslada. Que no pasa nada, pero vamos, que hace un frío pelón. Hablando de frío, ¿por qué se ha perdido la tradición de las camisetas de manga larga? David Beckham era el último gran romántico, en estas cosas. Los ingleses siempre han tenido más clase. Tanta, que les ha dado un Brexit. Anda que no son bonitas, y no que asome la térmica por debajo de la manga corta, como pasa ahora. Si es que esto va a peor, ¡va a peor!

Más opiniones de colaboradores.