Hoy es un día para hacer balance de la situación del Valencia CF y para pensar qué es lo que funciona bien en este equipo y qué es lo que funciona mal o regular. No voy a entrar a valorar el último triunfo xoto ante el conjunto granota porque por ahí está todo dicho. Solo me voy a afirmar en lo complicado que tiene que ser para los granotas pasar del 1-2 legal a encajar acto seguido el 2-1 de forma fulgurante. El gol del Levante UD era gol, pero ahora pienso en el Valencia y en el tirón que ha dado para estar en la Champions la próxima campaña. Ese debe ser el objetivo y ese camino se ha empezado a andar con la ayuda del árbiro, pero se ha comenzado a andar y ya son seis los puntos al quinto clasificado, que son bastantes puntos a estas alturas de la temporada.

Soler y Guedes

Miren ustedes, en el Valencia sí existe algo que funciona con un mínimo de normalidad y que a mí me da cierto buen rollo pensando en el futuro. Los delanteros hacen goles y el centro del campo funciona más o menos bien cuando juegan los que toca. Y por ahí yo me quedo con el rendimiento de dos tipos que son vitales para desarmar a las defensas rivales. Y son jóvenes, muy jóvenes, pero con ellos el Valencia sí puede mirar con cierto optimismo a Europa. Me refiero a la magia que le ponen por los carriles dos tipos que son diferentes y que tienen hambre de fútbol. Guedes y Soler me hacen sonreir solo de pensar que están disponibles para Marcelino y de todo lo que aportan al juego ofensivo del Valencia.

Miren, Parejo, Kondogbia y Coquelin le dan cierto aire al equipo pero por mucho que hagan construyendo juego quedan afectados por la inoperania de la defensa. Vale, sí, es cierto que en un equipo defienden todos y atacan también todos, pero en el caso del Valencia ese ‘todos’ falla si hablamos solo de la línea defensiva. Por ahí pierde el Valencia muchos puntos. El Levante UD, por ejemplo, marcó dos goles como dos soles de dos tipos que remataron solitos dentro del área. Pero vuelvo a lo positivo, la presencia de Guedes y Soler a mí me parece vital si queremos ser un equipo distinto, menos previsible, algo más rompedor, y ahora los dos parecen que sí que están ya dispuestos para rendir a las órdenes de Marcelino. Con su sola presencia el equipo gana en contundencia y en peligrosidad. Armas lo suficientemente importantes par conseguir al cien por cien estar en la Champions la próxima campaña.

El próximo rival

Si los cálculos no me fallan el próximo rival del Valencia es nada más y nada menos que el Málaga -último de la tabla- en su propio campo. El Villarreal juega fuera y el Sevilla también e incluso el Eibar, séptimo, recibe al Barcelona. Buena ocasión para pegar otro pequeño apretón en la Liga en busca de la Champions. La ocasión es clara y rotunda. Si el Valencia se centra y empieza a defender con orden -gran asignatura para un equipo que necesita un mejor funcionamiento defensivo-y tira mano de Soler y Guedes con hambre y veticalidad habremos dado otro paso de gigante pensando en acabar la Liga en cuarta posición el menos. Sería un logro.

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