Vietto. ¡Vietto! Tan criticado en los últimos tiempos. Carne de banquillo, objeto de crítica, moneda de cambio estival. Bueno, pues Vietto llega... y marca uno de los goles del año. Habrá gente que dirá que no es para tanto. Bien. Hay gente que valora como el gol más impactante uno de chilena. U otro de volea. O uno de vaselina. O el de Pelé que no marcó, el de medio campo. Para mí, el mejor gol de la historia es el del jugador que sale con la pelota casi desde su área y llega hasta el otro lado del campo. El gol perfecto lo marcó Roberto Baggio en la temporada 89-89, en un Nápoles-Fiorentina, con Maradona en el banquillo. Mucho más complejo, por cambio de ritmo, recursos frente a un par de rivales que deseabas romperle la pierna, y regate al portero incluido. Obra maestra. Búsquenlo.Maravillosos años

Otro gol similar lo marcó George Weah, presidente de la República de Liberia para las nuevas generaciones gafapasta, delantero eléctrico del Milan AC para los veteranos de Vietnam. Fue en la temporada 95-96, contra el Verona, y sacó el balón desde su propia área. Se fue de cinco rivales, alguno también con inquietud de leñador rompe-piernas. Pero el gol por antonomasia lo marcó Maradona, ya saben, en el Mundial '86, contra Inglaterra noqueada, primero por la mano de Dios, luego por la jugada de Dios, aprovechando el desconcierto. Incomparable a ninguno, ni siquiera al de Baggio. Si lo marca Messi, se le caen las letras al tipógrafo del salto. Bueno, Messi lo marcó, ahora que caigo. Pero al Getafe en Copa, en 2007. Ronaldo (el primero, y aún más, el primero de los tres Nazarios, porque se reinventó hasta tres veces como jugador de fútbol) tuvo su momento sprint vestido del Barça en 1996, contra el Compostela, en el que para muchos sería incluso el mejor.

Talento

Aun así, sin tantos inconvenientes, con menos espectacularidad que los mencionados, y ante el Girona con todo el pescado vendido (todo hay que decirlo), Vietto arrancó de su área con una idea entre ceja y ceja: llegar a la de enfrente. El gol tampoco es tan impactante e incluso compite con él en esta jornada, por ejemplo, el de Samu Castillejo con el Villarreal ante el Depor, de distinta factura y méritos distintos, y que aportó el grano de arena para hacer a los groguets equipo de Europa. ¡Enhorabuena! Pero deja claro que el argentino tiene talento, que se ha sido injusto con él, y que es pronto para decidir que no vale para este equipo, antaño y hasta hace cuatro días contados, trituradora mediática y popular de talentos diversos. Luego, Soler tuvo la oportunidad del 0-2, y su fallo propició un partido vibrante de ida y vuelta, con ocasión al palo de ellos (otra vez una falta lateral en la que Jaume se queda petrificado, y que recuerda a los goles de Vigo y Villarreal) y con paradón previo del propio Jaume antes de todo.

Box to box

Con reservas, con bajas, con un once con alambres, y con Montoya de nuevo como lateral derecho fuera de casa. Esto parece indicar que Nacho Vidal no tiene sitio, pese a que salió por Lato al final. Curiosidades de la vida, su último partido había sido contra el... ¡Girona! Es destacable una carrera de Maksimovic casi de área a área para salvar una contra del Girona. Recuerda a una similar de Mangalá en el Betis-Valencia, la temporada pasada. ¡Ah, Mangala, Mangala! ¿Ou ést Mangala...? Lo evoco como se evoca a Manderley, al inicio de'Rebeca', de Daphne de Maurier: tan lejano, perdido en la bruma en el tiempo. Hablando del paso del tiempo: a Montivili no volvíamos desde la 78-79, con Carrete y Castellanos como goleadores (0-2). Antes había precedentes de un amistoso en el 43 en Mestalla, y de Copa de España Libre y de Liga Mediterránea en el 37, en plena Guerra Civil. Casi nada.Plusvalía

Contra el Deportivo, ya KO, jugamos a las 12 del mediodía el domingo que viene. Una hora que en casa aún no habíamos disfrutado este año, familiar y con polémica mediática, aunque debo decir que para los padres de familia es sensacional. No admito críticas, si no se rasga la tela por la mitad para criticar también, con ánimo desenfadado, lo de ir a jugar a Riad una pachanga de una horita con algún futbolista retirado con aspecto más hermoso que de costumbre, incluyendo en el menú parón para rezar, tormenta de arena, algún burka y medio milloncejo. Lo típico. Se acaba lo bueno, pues, y comienza época de fichajes. El gol de Vietto vale el cuádruple que el de cualquier otro, para que acabe siendo fichado y se quede. Aunque no me siento arropado por mis compañeros de grada, creo que sería buena inversión. Barato, con plusvalía y amortizable, tanto si se queda como si no. Sé que parece descabellado. A mí, lo único que me quita el sueño es saber cuál será el precio de los pases del año que viene. Ay.

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