El Valencia CF ya ha puesto la maquinaria en marcha para intentar el fichaje de Iago Aspas este verano. El club es consciente de la dificultad de la operación, pero son muchas las esperanzas que hay depositadas en este posible refuerzo. Por eso es el favorito para Marcelino García Toral y la dirección deportiva. El de Moaña es la primera opción en la lista de delanteros y así se lo hicieron llegar Mateu Alemany, Pablo Longoria y el propio técnico a Peter Lim en la reunión del pasado lunes en el Hotel Las Arenas.

El máximo accionista dio el visto bueno para intentar contratación del gallego demostrando lo deportivo impera en la planificación del nuevo proyecto de Champions y, sobre todo, que confía plenamente en su equipo de trabajo. «Lim nos deja trabajar, opinar y decidir», decía Marcelino. El 'caso Aspas' lo confirma. Sus 30 años -cumplirá 31 el 1 de agosto- no es un inconveniente. Iago es una apuesta de consenso, garantiza un salto de calidad y rendimiento inmediato. Todas las partes coinciden en la obligación de hacer un esfuerzo. Si el delantero no recala en Mestalla que no sea porque no se ha hecho todo lo posible. Ese trabajo ya ha empezado.

El Valencia ha comenzado a dar sus primeros pasos. Según ha podido confirmar el periódico 'El Faro de Vigo', el Celta de Vigo ya conoce el interés del Valencia por el delantero. Su presidente, Carlos Mouriño, sabe de primera mano que la entidad de Mestalla está dispuesta a pelear el fichaje en los próximos meses. La postura oficial del Celta ahora mismo es remitir a todos los equipos que pregunten por Iago a su cláusula de 40 millones. Sin embargo, puede ser solo un punto de partida para una hipotética negociación. No es fácil económicamente y menos con Mouriño como una de las partes. El presidente celeste ya ha demostrado ser duro en situaciones similares.

No vendió a Nolito al Barcelona y obligó al City a pagar los 18 'kilos' de la cláusula. Iago es ahora mismo la bandera del Celta. Es capitán en el campo e ídolo en la grada. Su venta negociada exigiría dar explicaciones a su afición o un paso al frente del jugador. Balaídos podría entender su ambición de competir contra los mejores en Champions. El problema del Valencia es que no es el único club que ha llamado a la puerta del Celta. En las últimas fechas también lo ha hecho otro equipo Champions de la Liga española: el Atlético de Madrid. El club rojiblanco está tanteando el mercado ante la posible salida de Antoine Griezmann este verano y el Cholo Simeone, igual que Marcelino, también ha puesto el nombre de Iago sobre la mesa. Sin duda alguna, un duro competidor para el Valencia.

Puerta abierta a la Champions

El Valencia asume que el fichaje de Iago Aspas es complicado a todos los niveles, pero está dispuesto a pelearlo con sus armas. El ambicioso sueño de Marcelino ahora mismo es juntar a Rodrigo Moreno y al gallego en el ataque del nuevo Valencia. El hispano-brasileño podría salir si llega una oferta irrechazable, mientras tanto la postura del club es muy clara: facilidades cero.

¿Y Aspas? Renovó el año pasado hasta 2022, pero ha hecho una temporada espectacular convirtiéndose en el máximo goleador nacional de la Liga, parece fijo en la lista del Mundial y las puertas a una posible salida no están cerradas. Ni mucho menos. El Celta asume que el verano será largo. También el jugador. Iago ahora está centrado en lo deportivo y comenzará a valorar las ofertas cuando conozca si va a Rusia o no. Ama al Celta con todo su corazón, pero a nadie escapa que tiene ambición de Champions y ganas de quitarse esa espinita clavada de sus malas experiencias en Sevilla y Liverpool. Es complicado, sí, pero el Valencia lo va a intentar. Ya ha empezado a hacerlo. El Celta lo sabe.