Jongbloed, Krol, Haan, Rijsbergen, Suurbier, Jansen, Van Hanegem, Neeskens, Rensenbrink, Rep y Cruyff. Ese fue el once de Holanda en su primera final en un Mundial y tal vez uno de los mejores de todos los tiempos. En 1974 se enfrentaba a Alemania en una de las máximas rivalidades históricas. Neeskens adelantó a los suyos, pero Breitner y Müller daban la vuelta a un marcador que terminó con Alemania alzándose con su segunda Copa del Mundo. Ahora, 40 años después de aquella primera final y dos finales perdidas más tarde, Holanda cree que este puede ser el año y para ello deberán superar a la revelación del torneo, Costa Rica.

Los de Louis Van Gaal están a dos encuentros de situarse en la cuarta final de su historia. Atrás queda la mencionada Alemania de Beckenbauer, la derrota ante la Argentina de Kempes cuatro años después y el gol de Iniesta en el estadio Soccer City en 2010. Tres derrotas que han hecho más fuerte a un bloque que camina con la inspiración de Arjen Robben y compañía. Primeras de grupo ante Chile y España, con una goleada ante los de Del Bosque que marcó un antes y un después en sus aspiraciones. De hecho, la confianza en sí mismos llegó tras esa victoria. En ella se vio a un Van Gaal prodigioso que supo estudiar al bloque español y encontrar sus puntos débiles.

A pesar de las grandes expectativas generadas en Holanda, lo cierto es que no lo tendrán nada fácil. En frente estará Costa Rica. Un equipo de trabajadores y guerreros. Sin una calidad excelsa pero con un compromiso grupal admirable han ido conquistando todos los puertos que el Mundial les tenía preparado. Victorias ante Uruguay e Italia, empate con Inglaterra y una tanda de penaltis que encumbró en leyenda a Keylor Navas frente a Grecia. Su once es todo un lujo. En la defensa Gónzalez es el líder y está perfectamente acompañado por Duarte, Gamboa, Umaña y Junior Díaz. En el centro del campo, destacable es el trabajo de Celso Borges y Tejeda que dejan vía libre a los hombres de más calidad, Bolaños, la comadreja Bryan Ruiz y Joel Campbell, quien ante Grecia dio un auténtico recital.

El sueño de Holanda pasan por tanto por vencer a Costa Rica. En ese partido reside la ilusión de un país que regaló a todos los aficionados del fútbol la generación de ´La Naranja Mecánica´ y que ahora se juega seguir vivos en la competición. Tal vez, Robben, Van Persie o Van Gaal puedan lograr ahora aquello que la mala fortuna le arrebató a Cruyff, Rensenbrink o Rinus Michels.