Irina Shayk centró la atención de todos los focos en el Festival de Cannes. La modelo rusa, novia de Cristiano Ronaldo, desfiló por la famosa alfombra rosa con un vestido que dejaba poco a la imaginación. Irina ha visto como su fama crecía como la espuma tras iniciar una relación con el futbolista del Real Madrid, y en Cannes brilló con luz propia.