Un par de jornadas ya disputadas de este Eurobasket 2017 (para los grupos A y B son ya tres) permite hacer un primer análisis 'medio serio' de cómo están unos y otros en esta cita continental repartida ahora en cuatro sedes (Finlandia, Turquía, Israel y Rumanía) y con final a partir del próximo fin de semana para los 16 mejores en Estambul.

Lo primero que no admite debate es que 24 selecciones son demasiadas para una cita como ésta. El nivel de no menos de 8-10 equipos está muy lejos de lo que se puede esperar de un Campeonato de Europa del deporte que sea. Es el peaje que la FIBA paga en verano a esas federaciones nacionales más pequeñas por los favores prestados durante los meses anteriores. Eso y hacer caja con las televisiones, claro. No tiene otra explicación.

Dejando al margen a la por ahora intratable selección de España, el resto de aspirantes han mostrado luces y sombras a partes casi iguales. Ninguna de las tres selecciones que partían como los rivales más directos de España han ganado sus dos primeros partidos. Ni Serbia ni Francia ni Lituania. Tampoco Grecia o Turquía, que será la anfitriona de la fase final.

Otras, sin embargo, sí han subido enteros en la bolsa de candidatas, al menos, para subir al podio. El tres de tres, por ejemplo, de Eslovenia, llama la atención y supone una bocanada de aire fresco para el básket del Viejo Continente. También Rusia parece ir más en serio de lo que todos los pronósticos previos apuntaban. Dos de dos, tras sumar ante Turquía y ante la siempre competitiva Serbia.

Italia, Alemania o Croacia son otras de las que han empezado fuerte y quieren ser protagonistas. Eso sí, todas a una distancia sideral, al menos por ahora, de una España en modo destroyer desde el segundo 1 del campeonato. Y es que si los de Sergio Scariolo eran favoritos un minuto antes de que empezara el lío, el viernes pasado, hoy nadie en su sano juicio discute que la selección nacional española es la máxima candidata al oro de Estambul. Pasito a pasito.