La pregunta de si consume menos un coche bajando en punto muerto o con una marcha metida, está obsoleta a día de hoy. Las últimas tecnologías en la industria del motor hacen que la mayoría de vehículos cuenten con inyección electrónica para que el combustible llegue el motor. La inyección solo se activa cuando pisamos el acelerador del coche.

De esta manera, si bajamos una pendiente con la marcha metida no estaremos consumiendo combustible. Con esta explicación, acaba la leyenda urbana que hemos oído y vivido durante años al poner punto muerto en las cuestas para gastar menos gasolina.

Ventajas en la seguridad

Además, circular con una marcha puesta nos aporta siempre un extra en seguridad. Ante una situación inesperada nuestro coche responderá mejor ante un frenazo o un acelerón si está con la marcha metida.