No, no es ninguna leyenda urbana eso de que el cierre de ejercicio es un buen momento para comprar un nuevo vehículo. Si no tienes prisa, sabes lo que quieres, eres flexible en cuanto a equipamiento y motorizaciones y eres uno de esos conductores que va a alargar cuanto pueda su vida útil, diciembre es un mes perfecto para comprarte un coche. Toma nota.

Como todo en la vida, las prisas son malas consejeras cuando toca renovar coche. Si no apremia la necesidad y tienes el presupuesto necesario, cabe la posibilidad de afinar el momento de adquisición y, así, poder ahorrarte un buen puñado de euros.

Tradicionalmente, uno de los mejores meses para abrir la puerta de un concesionario es diciembre. Aunque depende de cómo agendan sus bonus cada una de las marcas, cualquier cierre de trimestre o semestre es buen momento, ya que es cuando estas empresas hacen balance para saber lo cerca o lejos que están de cumplir los objetivos que negociaron con el fabricante. Estar dentro de los parámetros a los que se han comprometido puede suponer importantes ganancias para la concesión, y esta necesidad se suele convertir en urgencia cuando se llega a las últimas páginas del calendario.

Cuantas más unidades haya en stock, mayor es la urgencia y, por tanto, más atractiva puede ser la oferta

Los negocios son los negocios, e igual que las marcas emplean todas las armas de persuasión que tienen a su alcance para llevarnos hasta el concesionario, como clientes debemos aprovechar cuantos ases podamos tener en la manga. Hilar fino en el momento de compra explotando esa urgencia del concesionario puede reportarnos un importante ahorro.

Para ello sólo hay que tener paciencia, tener las cuentas claras y dar luz verde al protocolo de compra con una preselección de modelos muy clara, pero siempre con cintura para poder adaptarnos a las ofertas que nos brinde la ocasión. Tampoco hay que apurar en exceso. Lo ideal es lanzarse a la compra a falta de una semana para que acabe el año, sobre todo, si se va a incluir una financiación en la operación. El papeleo y la aprobación del crédito lleva su tiempo, así que eso puede acabar representando un gran problema.Ley de oferta y demanda

Cuantas más unidades haya en stock cogiendo polvo en el garaje del concesionario, mayor es la urgencia y, por tanto, más atractiva puede ser la oferta. En casos extremos, en un cierre de ejercicio los concesionarios pueden ofrecer coches con campañas que supongan hasta un 30% de su precio. Sin embargo, y de ahí esa recomendación de ser flexible, el menú de versiones, motorizaciones y equipamientos será limitada y el cliente deberá adaptarse a lo que haya.

Cualquier pedido especial 'fuera de carta' implicará la búsqueda en stock de otros concesionarios, pedidos a fábrica y, finalmente, la matriculación del coche fuera de ese plazo. Por otro lado, esa disponibilidad puede permitirnos acceder a versiones más potentes y equipadas a un precio más cercano al acceso de gama.

Por supuesto, todo tiene sus pros y sus contras. Apurar el año para hacerse con ese nuevo coche tiene la desventaja de que, por unos pocos días, el año de matriculación va a ser anterior al que podría constar de cara a una posible venta como vehículo de segunda mano. Esto afectará a su futura tasación, si bien hay expertos que matizan este efecto perverso, más aún en el caso del cliente medio español. Hay que recordar que, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) y de la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV), la edad media del parque móvil en nuestro país es de 14 años.

Otras 'fechas señaladas'

  • Llegada de un nuevo modelo

Si eres ese tipo de conductor que sabe lo que quiere, pero le importa poco estar a la última, el ritmo frenético que impone el mercado puede ser un buen aliado en esa compra inteligente. La proximidad del reemplazo de un modelo suele acompañarse de ofertas muy potentes en esa versión que va a pasar a estar descatalogada en unos pocos meses o semanas.

El año de matriculación puede afectar a la tasación del vehículo de cara a su venta en el mercado de VO

Si se trata de un simple 'restyling', estás de suerte, ya que puedes ahorrarte un pellizco optando por un coche con unas diferencias mínimas. Si se trata de una nueva generación, el ahorro puede ser mayor, pero a costa de que tu nuevo vehículo salga del concesionario siendo ya un modelo desfasado. No es que el coste de un coche nuevo fluctúe como el del petróleo, pero es cierto que a lo largo de toda su vida comercial se suceden las campañas y en su etapa final (lo que los concesionarios llaman run-out), los precios suelen ser rompedores si hay abundantes unidades disponibles cuando el nuevo está llamando a la puerta.

  • Cambio de modelo

Toda situación que genere en la concesión la necesidad de deshacerse de los vehículos que tienen en stock se traduce en una buena oportunidad de compra para el cliente. Otro buen ejemplo es la cercanía de un cambio normativo que obligue a las marcas a dejar de comercializar algún modelo o versión de motorización en concreto. El cambio más común por ser cada vez más y más restrictivas es el que tiene que ver con el nivel de emisiones.