Tras el verano y las vacaciones, un período en el que se incrementan los gastos personales, llega la cuesta de septiembre, un mes para muchos bolsillos igual de preocupante que el de enero. La vuelta al cole y la recuperación de las rutinas laborales provocan desembolsos inaplazables, pero que pueden ser atendidos de forma efectiva siguiendo algunos pasos:

1. Hacer un presupuesto equilibrado

Antes de hacer cualquier planificación, es necesario conocer qué ingresos vamos a tener y a qué gastos hay que hacer frente.

Una simple hoja de papel puede servir para recoger de qué rentas disponemos y que, de forma anexa, indique al lado cuál va a ser la estimación de gastos que vamos a tener, incluidos los extras de este mes, como renovación de tarjetas de transporte o de cursos de formación indispensables para nuestro desarrollo profesional. Gracias a este método, podremos hacer un mejor seguimiento de lo que ingresamos y gastamos.

2. Evitar las compras superfluas y compulsivas

A la hora de consignar un presupuesto, la cesta de la compra es uno de los aspectos fundamentales. En este sentido, conviene huir de compras que no sean imprescindibles, así como de adquirir productos que no necesitemos.

3. Buscar y comparar

El mes de septiembre es un período en el que se pueden encontrar descuentos y promociones comerciales, pensadas para hacer frente a la cuesta de septiembre. Es útil conocer si hay nuevas ofertas en conceptos como la telefonía móvil o las facturas energéticas y de servicios -luz, gas e Internet-. Asimismo, la compra ‘online’ puede resultar en ocasiones más asequible, además de ejercer como un provechoso comparador de precios.

4. Pagar a largo plazo

Cada vez son más los establecimientos que disponen de mecanismos para abonar las compras en distintos plazos. De esta manera, el cliente evitará tener que hacer frente al gasto en un solo pago.

5. Nuevos hábitos

El inicio del nuevo curso laboral es también una invitación a dejar atrás hábitos que, además de restar salud, suponen una merma económica, como el tabaco. Asimismo, y en la medida de lo posible, se puede apostar por caminar hasta el centro de trabajo, evitando así tener que coger el coche o el autobús.