Una de las dudas que concierne a la renta básica es si acabará afectando a las prestaciones sociales tales como sanidad o educación. También si el país que aplica la renta básica será capaz de mantener la inversión pública. Teniendo en cuenta que España no está en su mejor momento y que ya ahora le cuesta mover los motores económicos para sostener y mejorar sanidad, educación, seguridad... no parece el escenario ideal para la renta básica.

A pesar de una posible merma de ciertas áreas que cubre el estado, son varios teóricos los que afirman que eso no pasará y que sería una medida muy positiva. La partida para que el estado pueda hacer ese pago sale del IRPF, de lo que se ahorrará al suprimir otras ayudas y del recorte administrativo ya que es una concesión automática.

Llevar a cabo esta medida requeriría un cambio sustancial en muchos puntos. Aprobar la medida, derogar otras para que no se solapen, decretos, votaciones... La situación política en España tendría que ser mucho más sólida y firme que la actual para llevar a cabo una medida de esta envergadura. Es otro de los puntos que habría que salvar en España para implantar la renta básica universal.

RBU: un concepto que muchos confunden

RBU: un concepto que muchos confundenLa renta básica universal es una cantidad de dinero periódica que el estado concede a todos sus ciudadanos. Este dinero se recibe de forma automática, no hay que solicitarlo, no depende de las ganancias de cada individuo, ni de sus ahorros o los ingresos totales en la unidad familiar.

El objetivo de esta renta es que los ciudadanos tengan cubiertas las necesidades vitales, independientemente de tener otro ingreso.

Esta medida se posiciona para muchos como la solución a la incursión de las máquinas en el terreno laboral. Muchos puestos de trabajo ya han sido sustituidos por procesos automáticos que no necesitan mano de obra y, según las previsiones, es una tendencia al alza. La hostelería, lavado de coches, repostaje de carburante, supermercados€ ya se han ido automatizando y seguirán en esa dirección otros muchos.

No hay que confundir la renta básica universal con rentas por desempleo u otras prestaciones similares. En el momento que hay algún condicionante para recibirla, como los ingresos, ya no se trata de renta básica universal.

El caso de Finlandia

Finlandia ha puesto en marcha un proyecto piloto para analizar si la renta básica universal es viable y realmente es un incentivo para los ciudadanos o si tiene un efecto negativo al provocar que la gente se relaje y decida conformarse con el dinero que recibe automáticamente.

El estudio se realizará sobre 2.000 ciudadanos que recibirán durante dos años una paga mensual de 560€. Una cantidad bastante modesta para Finlandia donde el salario medio supera los 3.000€ mensuales.

Los ciudadanos han sido elegidos entre los desempleados de más larga duración y por ello, no es 100% representativo de lo que sería una renta básica universal. De todos modos se arrojarán datos sobre cómo afectaría a este colectivo.

Los resultados tardarán en verse como en cualquier estudio del comportamiento humano. Se prevé que además de conseguir información durante los dos años que dura el proyecto también siga siendo significativo el comportamiento de los participantes hasta 6 años después.