Saber ahorrar es fundamental para lograr y mantener una buena economía familiar, así como para nuestro desarrollo personal. Tal es su importancia que cada 31 de octubre se celebra el Día Mundial del Ahorro, con el objetivo de que las familias tomen conciencia de ello.

En este día -que se celebra cada año desde 1924- se realizan coloquios en los que se enseñan técnicas de ahorro y se fomentan los debates abiertos donde el público puede participar. Desde aquí, te ofrecemos algunos consejos que puedes utilizar en tu día a día para aprender a ahorrar:

-Come en casa. Desayuna en casa, prepárate un 'tupper' para el almuerzo y evita caer en tentaciones. Esto supone un pequeño ahorro diario que tu bolsillo agradecerá a final de mes.

-No desperdicies agua. Dúchate en vez de bañarte y cierra el grifo al lavarte los dientes o limpiar los platos.

-Muévete. Muchas veces cogemos el coche o el transporte público por comodidad, sin ser realmente necesario. Ve caminando a los sitios más cercanos o busca otras opciones como ir en bicicleta.

-Piensa si lo necesitas. Evitar las compras compulsivas puede suponer un gran ahorro para nuestro bolsillo. No compres ropa o complementos por capricho o aburrimiento.

-Apaga las luces. Es habitual dejar las luces de la casa encendidas sin motivo, a veces por despiste. Asegúrate de apagar la luz al salir de una estancia. Además, recuerda desenchufar cargadores y aparatos electrónicos si no los estás utilizando.

-La calidad compensa. Prima siempre calidad ante cantidad. Es preferible adquirir solo un par de zapatillas con garantías de larga duración a comprar tres o cuatro pares por la mitad de precio que seguramente te duren unos pocos meses.

-En la cocina. Para ahorrar energía en la cocina puedes aplicar algunos trucos sencillos como tapar las sartenes, utilizar la olla a presión y no abrir el horno durante el cocinado.

-En el banco. Las relaciones con las entidades financieras nos suponen un gasto que, en ocasiones, podemos reducir. Elige cajeros donde no pagues comisión, busca una cuenta que no te cobre, elige una tarjeta rentable y no olvides revisar los gastos hipotecarios.