Habrá cambios importantes en los planes de pensiones. En los ya suscritos y en los venideros. Este vehículo de ahorro a largo plazo tiene en la recta final del año su momento dorado y es que los últimos meses del año es cuando se reactiva su comercialización ensalzando sus ventajas fiscales como reclamo.

Pero en esta ocasión, no solo se habla de planes de pensiones por ser final de año, sino por las modificaciones en su regulación y funcionamiento que pretenden reforzar un instrumento de ahorro que cuenta con 7,58 millones de partícipes según los últimos datos de Inverco (Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones), donde la cartera interior alberga el 54,6% de los planes.

Cambios hacia una mayor liquidez: rescate a los 10 años

Uno de los hándicaps de este producto es su escasa liquidez. Aunque es un producto finalista, con un objetivo claro enfocado al ahorro a largo plazo, la limitación para su rescate lo convierte en un producto ilíquido ya que solo es posible percibir los derechos consolidados cuando se cumpla la contingencia principal o en los supuestos de enfermedad grave, incapacidad laboral del partícipe, situación de dependencia del partícipe, fallecimiento del partícipe o desempleo de larga duración.

Ahora se añade un supuesto más que abre una ventana a la liquidez, eso sí, supeditada al paso del tiempo: será posible el rescate total y sin limitaciones de las aportaciones a los planes que tengan una antigüedad de 10 años (recordemos que era un supuesto que se aprobó en la reforma fiscal de 2015 pero que necesitaba ser regulada y desarrollada).

Esta novedad busca incentivar la contratación de los planes de pensiones entre los más jóvenes ya que podrán recuperar el capital y los rendimientos que se hayan generado cuando hayan pasado 10 años.

Menos comisiones

Los planes de pensiones no son un producto exento de comisiones. Concretamente nos encontramos con la comisión que cobra la entidad gestora (comisión de gestión) y la comisión que cobra la entidad depositaria (comisión de depósito). El nuevo reglamento modificador pretende reducir los límites máximos de estas dos comisiones y que así se pueda mejorar la rentabilidad de los planes de pensiones al ser reducidos los gastos en comisiones.

La comisión de gestión que tenía un límite máximo de 1,5% anual para todos los fondos de pensiones, ahora se reduce en función del tipo de fondo de pensiones, por lo que para un fondo de pensiones de renta fija la comisión máxima pasa del 1,5% al 0,85% anual, el fondo de pensiones de renta fija mixta pasa del 1,5% al 1,30% anual y para el resto de fondos de pensiones la comisión máxima será la del 1,5% anual. Por su parte, la comisión de depósito también se reduce, pasa del 0,25% anual al 0,20%.

En cualquier caso, el reglamento que incluye las modificaciones está en proceso. La fase de audiencia pública terminará el 4 de diciembre, lo que implica que después el reglamento será sometido a alegaciones y más aportaciones, y finalmente a su aprobación, por lo que estos cambios cabe esperar que no queden aprobados hasta 2018.

El desahucio fuera de los casos de rescate anticipado

No todos los cambios son positivos y este es uno de ellos. Se incluyó en 2013 la contingencia de desahucio como circunstancia en la que se podía realizar un rescate del capital invertido en un plan de pensiones. Pero ahora el Gobierno ha decidido no prorrogar este supuesto tras haber vencido en mayo. La explicación para su eliminación reside en la mejora económica del país y en que se trataba de una medida excepcional (con vigencia de 2 años y prorrogado otros 2 años que se incluyó en la Ley “Antidesahucios”) provocada por los peores momentos y consecuencias de la crisis.