El presidente de la FIA, Max Mosley, ha tendido la mano a los equipos de la Fórmula 1 que se niegan a admitir el recorte presupuestario para 2010 y una competición con doble reglamento, siempre que éstos accedan a inscribirse sin condiciones. Salvo Force India y Williams, que rompieron la unidad de la FOTA en virtud de los compromisos comerciales adquiridos, el resto de equipos accedió a inscribirse en el plazo con la condición de que se aceptara su propuesta planteada tras el GP de Mónaco de reducir costes de manera progresiva, en lugar del recorte inmediato a un límite presupuestario de 45 millones de euros para 2010. Asimismo, instan a que el nuevo Pacto de la Concordia, que regula el reparto del dinero con el dueño de los derechos de la competición, Bernie Ecclestone, esté firmado antes del viernes, comprometiéndose a participar en la competición hasta 2012.

Sin embargo, a tres días para que el viernes 12 la FIA diga qué equipos de los diez aspirantes entrarán en una parrilla amenazada por la desbandada de los actuales equipos, y con ello de los pilotos, que se han puesto del lado de los constructores, Max Mosley trata de reconducir la situación tratando de evitar una escisión como la que en su día vivió la IndyCar norteamericana y que no llevó a ningún sitio, pues tras el experimento de la IRL y la ChampCar, ambas acabaron fusionándose de nuevo.

Por si se da el caso, los equipos, agrupados en la FOTA, celebraron reuniones el pasado fin de semana en Turquía para concretar un campeonato paralelo, como el reparto de derechos televisivos, y cuestiones como los contactos con aquellos circuitos que no cuentan con contratos de exclusividad con Ecclestone, de forma que pudieran acoger las carreras de la nueva categoría, que reuniría a pilotos como los campeones del mundo, Fernando Alonso, Kimi Raikkonen y Lewis Hamilton. De hecho, acordaron hacer una reserva de 50 millones de dólares para evitar las tentaciones de romper el pacto.

La FIA, tras verle las orejas al lobo, envió una carta firmada por Mosley a los ocho equipos que quedan en la FOTA, que algunos han calificado de ´trampa´. En ella, la FIA asegura que ahora no puede cambiar el reglamento para 2010 pues precisa del acuerdo unánime de todos los participantes en el Mundial, los cuales todavía no están confirmados. Ahora bien, después del 12 de junio, cuando se dará a conocer la lista de participantes, será el momento de reunirse y renegociar el reglamento, que podría ser alterado si los equipos de forma unánime así lo desean. La respuesta de la FOTA llegó ayer a la FIA mediante otra carta que apunta a un ligero acercamiento, si bien los equipos mantienen firmes sus propuestas.