La Asociación de Vecinos de Nazaret ha denunciado hoy que el circuito de Fórmula Uno de Valencia "se ha convertido en una nueva barrera arquitectónica entre el Distrito Marítimo y el barrio de Natzaret".

Según un comunicado de la asociación, "diez días después del efímero evento la pasarela peatonal, que se utilizó sólo 3 días como entrada sur al circuito en la parte de Nazaret, permanece cerrada sin que se pueda utilizar por el vecindario para acceder al Grao y viceversa".

"Nuestro colectivo reclamó rentabilizar la inversión abriéndola al público y habilitando un itinerario peatonal iluminado, en la reunión del pasado 30 de Julio, en la que participaron los concejales Miguel Domínguez, Ramón Isidro y Alfonso Novo y la presidenta de la Federación vecinal, María José Broseta", añade la nota.

La asociación asegura que la pasarela "costó 2 millones de euros del erario público pero sólo ha sido utilizada para el citado evento. Fue bautizada por la Generalitat como "Cuc de Llum" porque se anunció la instalación de paneles solares para su iluminación y cámaras de vigilancia conectadas con la policía para mejorar su seguridad. Pero el Cuc continua sin luz, sin vigilancia y cerrado".

La apertura para peatones y bicis del puente sobre el ferrocarril de la futura línea T2 del metro es, según la asociación, "un pequeño respiro para paliar el aislamiento del barrio, pero vuelve a poner de manifiesto el cinturón de hierro que aún separa la ciudad de esta parte del Marítimo, cuestión prioritaria que ningún gobierno, ni del PP ni del PSOE, ha resuelto hasta la fecha".

La asociación denuncia que las gradas N2, ya sin espectadores, "permanecen sin desmontar dentro del cauce generando un mayor riesgo de inundación para el barrio ante la época de lluvias que se avecinan, y lo que es peor, un kilómetro de circuito entre el puente del ferrocarril y el de Astilleros ha quedado construido dentro del cauce sin ningún estudio de inundabilidad".

La nota concluye: "el PAI Grao-Cocoteros está siendo tramitado, en nuestra opinión, como un traje a medida de un evento, puntual y con fecha de caducidad, con la pretensión de legitimar urbanísticamente el circuito sin aportar ninguna medida correctora de tal circunstancia".