"Será un día muy especial, nunca lo olvidaré". Estas palabras de Roberto Merhi definen a la perfección la ilusión de un joven de 23 años que llegó a pensar que se le había escapado ya el tren de la Fórmula 1 meses atrás, pero que con constancia y trabajo se ha ganado tener la oportunidad de su vida de la mano de Caterham.

Solo ha tenido hora y media para demostrar que puede tener un hueco en la Fórmula 1 aunque nunca haya rodado con un monoplaza así y tenga que hacerlo en un equipo que lucha solo por no ser el peor del campeonato junto a Sauber. Pero Merhi no tiene miedo al reto de su vida, aunque también se juegue que la superlicencia condicionada que le ha otorgado la FIA pase a ser definitiva.

El de Benicàssim, sin embargo, confía ciegamente en su trabajo y más en un circuito como Monza en el que ya fue segundo este año en las World Series. Eso sí, sabe que su objetivo no es pelear por grandes tiempos, sino adaptarse rápido, aprender y dar el mayor número de vueltas posibles junto a los grandes pilotos del Mundial, tal y como asegura en declaraciones a Superdeporte. "Me lo tomo como una gran experiencia y con tranquilidad. Es algo con lo que he soñado toda mi vida, pero de momento tengo que centrarme solo en los libres y ya veremos si todo va bien y puedo llegar a correr un Gran Premio. No estoy nervioso, las pruebas en el simulador fueron bien y quiero disfrutar porque no es fácil estar aquí. Seguro que no será fácil al ser todo nuevo. El objetivo es dar el mayor número de vueltas posibles y no cometer errores. Si lo hago bien seguro que luego tendré más posibilidades. Poco a poco".

Merhi, de hecho, explica cuáles son las principales diferencias con el monoplaza con el que compite en las World Series -en las que es segundo por detrás de Sainz Jr.-. "La velocidad de los Fórmula 1 es mucho más alta y hay que adaptarse también a la frenada y a un paso por curva distinto. Con tantos caballos también es mucho más difícil de controlar al dar gas".

Aunque conoce el circuito de Monza desde hace años, años también quiso hacer el tradicional reconocimiento del circuito junto a los ingenieros de Caterham. "Recuerdo la primera vez que conduje un Fórmula Renault 2000 aquí, era la segunda vez que me subía a un fórmula, y me impresionó mucho la velocidad durante la vuelta, constantemente alta. Es un circuito que realmente nos gusta mucho a los pilotos, porque notas lo rápido que vas. Lo conozco bien, pero siempre es bueno reconocerlo una vez más tranquilamente. Es un circuito peculiar, porque llegas a mucha velocidad y luego, de repente, viene una frenada muy brusca, como la de las curvas 1 o 2, incluso la variante Ascari y la Parabólica. Son curvas difíciles".

Merhi, además, se quita presión para su examen de este viernes y más tras ver peligrar su futuro meses atrás al quedarse sin un volante de Mercedes en el DTM. "Sabía que si me llegaba la oportunidad de correr la carrera o lo que fuese, mirando de dónde vengo, cómo estaba en Navidad, cualquier cosa era bienvenida. Estoy contento de estar aquí y de probar el coche, porque nunca he probado un F1. Siempre es un objetivo: cuando eres pequeño luchas y te dedicas día a día para cuando tengas esta oportunidad estar preparado al 100%. Y creo que estoy preparado para este reto".

El nuevo piloto de Caterham destaca también otro de los problemas con los que puede encontrarse este viernes. "Este fin de semana corremos con el compuesto más duro y el medio, y en los Libres 1 solamente se usa el duro y me han dicho que es bastante complicado llevar estos neumáticos a la temperatura. Veremos cómo va, estoy pensando más cómo organizarme el día para hacer el máximo número de vueltas posible y coger toda la experiencia que pueda, es un día de aprendizaje". Eso sí, su presencia con el equipo en Spa le ayudó a conocer cada detalle desde dentro, algo que espera aprovechar hoy, en un día en el que estará acompañado de su familia. "Solo me han pedido que no me multen", bromea.