Nadie dijo que iba a ser fácil el estreno de Fernando Alonso con McLaren-Honda después de cinco años y tres subcampeonatos con Ferrari. Pero lo que no se imaginaba el asturiano es que la pretemporada se iba a convertir en una pesadilla, primero por la dificultad para conjuntar la nueva unidad de potencia con el motor fabricado por los japoneses, y segundo, por el misterioso accidente sufrido en el octavo día de tests, en Montmeló.

Su colisión contra el muro según McLaren por una ráfaga de viento —el incidente se encuentra bajo investigación de la FIA— llevó al asturiano a pasar tres noches hospitalizado por un fuerte golpe en la cabeza, pese a que el coche, según las explicaciones del equipo, absorbió casi la mitad de la fuerza G que recibió en el impacto, estimada en 30G (30 veces la fuerza de la gravedad). Y lo peor y más importante, sin fecha prevista de vuelta. "Cuando pueda hacer vida normal", dijo su agente. "Muy pronto nos vemos en pista", aclaró luego el piloto en un video de agradecimiento a sus fans. "No hay motivo para que no esté en Australia, pero no soy médico", añadió el jefe del equipo, Ron Dennis, concretando algo más.

Serán los galenos, probablemente esta semana tras una nueva revisión, los que den luz verde o no a la participación del español en Melbourne. Y eso mientras siguen sin haberse aclarado cien por cien los pormenores de un accidente sobre el que el propio Alonso no recuerda nada y que la escudería negó que se produjera por un fallo mecánico o una descarga eléctrica que aturdiera al piloto, quien según la telemetría frenó para tratar de mantener el coche en la pista.

Mientras la FIA sigue investigando, los equipos preparan las maletas para Australia a la vez que recopilan los datos de las doce jornadas de tests en tres sesiones de cuatro días cada una, una en Jerez, y dos en Montmeló. La última del circuito barcelonés se la perdió Alonso, el piloto titular que menos vueltas ha dado en esta pretemporada, 117, apenas 536 km, por detrás de su compañero Jenson Button, con 224 y 1.033 km, sin contar a Will Stevens, el único confirmado por Manor, la única escudería que no ha rodado.

Incluso Force India, que no estuvo en Jerez, mejora con Sergio Pérez (285) y Nico Hulkenberg (271) a los de Woking, con el doble de vueltas y kilómetros. Entre los que han estado en todos los tests, Romain Grosjean (Lotus) es el que menos vueltas ha completado, con 355, y son ocho los pilotos que han superado los 500 giros.

Nico Rosberg se ha llevado sin duda la palma con 759 vueltas, 90 más que el segundo, Felipe Nasr (Sauber), demostrando la fiabilidad de la escudería doblemente campeona del mundo de constructores y de pilotos, pues el alemán y el campeón Lewis Hamilton (533) se marcharon con los dos mejores tiempos en Montmeló. A continuación en tiempos por vuelta aparecen Williams y Ferrari, llamados a animar esta primera parte del campeonato, quizá junto con Sauber, mientras que Red Bull, tras la marcha de Vettel a Ferrari, parece ser una incógnita.

Más satisfecho que Alonso salió en esta pretemporada el debutante español Carlos Sainz, sexto piloto que más kilómetros ha completado, 2.700, después de 589 vueltas. El de Toro Rosso comparte garaje con Max Verstappen, tercero con 617 giros y 2.834 km. Solo Mercedes y Sauber han rodado más que el equipo del piloto madrileño.