Roberto Merhi tuvo especial protagonismo en la rueda oficial de los jueves de Gran Premio organizada por la FIA, la primera desde el fallecimiento de Jules Bianchi la pasada semana como consecuencia del accidente en Suzuka que le tuvo nueve meses en coma. El piloto valenciano de Manor, equipo en el que corría el francés cuando aún se llamaba Marussia, estuvo por segunda vez ante los medios en una rueda de prensa (sin ningún otro español) en la que se recordó de forma especial a Bianchi, que fue enterrado en Niza el pasado martes.

Allí, ante las cámaras y junto a Felipe Massa, Sergio Pérez, Felipe Nasr, Romain Grosjean y Nico Hulkenberg, el valenciano habló del «mayor talento» contra el que había competido hasta la fecha. «La primera vez que conocí a Jules fue en 2002 en una carrera de karting en España, en la que sorprendió siendo muy rápido desde el primer día. Desde ese momento fue un referente para mí», dijo el benicense, que coincidió con él «en varias carreras de la Fórmula Renault en 2007». «Ganó de inmediato en su primer año. Fue bastante increíble. Para mí era el más grande talento. En 2009 en F3, era el hombre a batir y ganó fácil con muy buenos pilotos en pista. Eso demuestra lo bueno que era».

Merhi siente que Bianchi, con 25 años, apenas haya podido deslumbrar en el gran circo. «Es realmente una lástima que no haya podido demostrar lo que era capaz de hacer con un F1, porque creo que fue el mejor piloto con el que he corrido. Es un poco una vergüenza lo que pasó en Suzuka», llegó a decir el valenciano sobre un accidente del que la FIA ha aprendido al introducir el coche de seguridad virtual.

Merhi acababa de cumplir tres años cuando Ayrton Senna perdió la vida en Imola en 1994, por lo que la de Bianchi es la primera muerte que siente especialmente cerca, aunque no estuviera en la parrilla el pasado año. Un accidente que no cambiará su forma de pilotar pero que le ha hecho reflexionar en algunas situaciones. «En situaciones normales no creo que cambie mi pilotaje, pero seguro que pensaré más en ello. Por ejemplo en WSR aquí en Hungría sacaron una grúa y sin coche de seguridad. Probablemente en el pasado no hubiera ralentizado tanto, pero no me sentía cómodo y preferí perder tres décimas por vuelta, porque era un punto peligroso y tienes miedo de que vuelva a suceder. Esta vez sí que ha sido especial decir adiós a mi familia para venir aquí, porque sabes que puede suceder, y antes ni siquiera lo imaginábamos».

Merhi atribuye a la mala suerte los dos accidentes trágicos del equipo en los últimos tiempos, que causaron la muerte a Bianchi y a la española María de Villota. «No son atribuibles al equipo, le podía haber pasado a cualquier otro. Tengo compañeros muy agradables y los mejores jefes de equipo posibles, realmente abiertos a los pilotos, con un trato muy bueno siempre. Desde que los conocí en 2009 me siento muy cómodo trabajando con ellos. Los dos accidentes han sido mala suerte. Aunque por supuesto que están destrozados. Mis mecánicos son los mismos que tenía Jules Bianchi».

Volviendo al presente, Merhi confesó tener «cada vez mejores sensaciones en la F1, sobre todo después de Mónaco, y en Silverstone», donde logró su mejor resultado en carrera, duodécimo. Sin embargo, una semana más tarde tuvo un accidente en Austria que le dejó sin correr la segunda manga. «Tuve un problema con el volante al empezar la carrera y piloté con este doblado 50 grados a la izquierda. Al acabar, simplemente quería hacer una vuelta lenta. Me moví a la derecha para evitar a los que venían, y luego vi por el retrovisor que el coche que estaba a tres segundos lo tenía a cinco metros y luego el impacto. Un poco extraño pero gracias a Dios no nos pasó nada. Él pudo correr la carrera después y nada más…».

A Merhi, que aún no tiene claro su futuro el próximo año, no le preocupa un calendario de 21 carreras, dos más que este año, un incremento que según bromeó Romain Grosjean «es el límite del divorcio». «Estoy haciendo 19 carreras de F1 y nueve de WSR, por lo que 21 son menos que ahora. Soy joven y no estoy casado, así que puedo afrontarlo», contestó Roberto Merhi.