La amenaza terrorista siempre está presente. La última redada policial ocurrió el pasado sábado en Indonesia, donde detuvieron a seis presuntos terroristas yihadistas que planeaban un ataque con misiles cuyo principal misión era el Gran Premio que se celebrará en Singapur Singapur durante el próximo mes de septiembre. Las fuerzas de seguridad procedieron a la detención de seis sospechosos acusados de estar elaborando un plan que incluía un ataque contra Marina Bay, una de las zonas turísticas más visitadas de de la ciudad asiática y escenario del circuito urbano que acoge una cita de la Fórmula 1.

El general Rafli Amar, señaló que el grupo fue arrestado en varias zonas de Batam, una isla indonesia que se encuentra a unos 25 kilómetros de su objetivo. Además, todos reconocieron su pertenencia a un grupo extremista denominado Katibah Gigih Rahmat. El ministro de Interior, Shanmugam, reconoció que su país había sido avisado sobre la posibilidad de «un ataque con cohetes». En el comunicado que emitió aseguró además que han ampliado las medidas de seguridad ante la incertudumbre que les plantea la situación actual, más teniendo en cuenta la disputa del Gran Premio de Singapur en poco más de un mes. «Es un ejemplo de lo seria que es la amenaza terrorista contra nosotros. Pedimos al público que permanezca vigilante ante todo movimiento que sea sospechoso», advirtió.

La seguridad es el punto fuerte de la organización de Singapur. Los controles siempre han sido muy exhaustivos, incluso en los accesos para los trabajadores dentro del área del trazado urbano. Se presume que estas medidas se incrementarán en la disputa de una de las carreras más espectaculares del calendario de Fórmula 1.