El Circuito de Las Américas, en Austin (Texas), acogerá a partir de este viernes el Gran Premio de los Estados Unidos, decimoctava cita del Mundial de Fórmula 1 y que el alemán Nico Rosberg (Mercedes) quiere aprovechar para dar otro paso hacia el título, con los españoles Fernando Alonso (McLaren) y Carlos Carlos Sainz (Toro Rosso) en busca de mejorar sus últimos resultados.

Rosberg llega al tramo final y decisivo del campeonato en una situación inédita para él, en la cabeza de la general y con una 'cómoda' ventaja sobre su gran rival, su compañero de equipo Lewis Hamilton, que necesita reaccionar para apretar las cosas.

Al germano le restan cuatro carreras para emular a su padre Keke, campeón del mundo en 1982 con Williams, pero no quiere relajarse sabedor de que la buena racha puede cambiar a favor de su compañero que tras encadenar cuatro triunfos que parecían dejar claro que era el favorito, no digirió bien el parón veraniego y no ha vuelto a ganar desde el Gran Premio de Alemania.

En cambio, a Rosberg le ha ido todo de cara y ha ganado cuatro de los últimos cinco Grandes Premios para manejar ahora 33 puntos de renta sobre el actual campeón del mundo. Su único 'fallo' en este buen momento fue en Sepang, donde concluyó tercero, pero hasta ahí le sonrió la suerte con el abandono de Hamilton.

Este tiene claro que sus opciones pasan por ganar todo lo que queda, pero aún así, el alemán sería también campeón del mundo si le secunda en el podio, algo nada descabellado por el poderío de Mercedes, aunque la mejoría de Red Bull puede jugar un papel importante.

El británico es experto en manejar estas situaciones de presión y tratara de empezar su remontada en un Gran Premio donde parece que este año la climatología no será tan adversa como en 2015 donde la lluvia alteró todo el fin de semana.

A su favor estará su histórico buen rendimiento en el COTA donde ha ganado los dos últimos años, sin lograr la 'pole' en ninguno de ellos, además de hacerlo en 2013 con McLaren, mientras que Rosberg aún no se ha puesto el sombrero texano de ganador, siendo segundo en 2014 y 2015.

En busca de ser jueces a favor de uno de los dos contendientes estará Red Bull, ganadora en Texas en 2013 con el alemán Sebastian Vettel. El equipo austriaco ha sido el único capaz de inmiscuirse en el dominio de las 'flechas plateadas' con las victorias de Max Verstappen en Montmeló y de Daniel Ricciardo en Sepang, y buscará ser protagonista para acercarse al subcampeonato de Constructores ante una Ferrari, que sigue sin encontrar buenos resultados.

Alonso y Sainz buscan puntos

Por su parte, los dos pilotos españoles, Fernando Fernando Alonso y Carlos Sainz, esperan recuperarse y volver a estar en los puntos después de una última carrera en Japón que fue bastante decepcionante tanto para el asturiano como para el madrileño.

El ovetense acudía esperanzado a Suzuka, circuito de casa de Honda, para estar delante, pero las cosas no salieron nada bien desde el mismo viernes y concluyó fuera del 'top ten', en una discreta decimosexta plaza lejos de las previsiones del equipo.

Este está ya centrado en el desarrollo del motor en 2017, por lo que Alonso no tendrá ninguna mejora real en la potencia para afrontar un Gran Premio que fue en el que más se divirtió el año pasado, remontando desde la última plaza hasta la quinta, aunque un fallo de potencia le relegó a la undécima final. Ahora, intentará sumar puntos en su pelea por acabar la temporada dentro de los diez primeros, franja que tiene en la actualidad a un punto.

En cambio, las cosas no le están yendo tan bien a Carlos Sainz, con un Toro Rosso que sigue sin ofrecer un buen rendimiento. El piloto madrileño sólo pudo ser decimoséptimo en Japón, quedándose sin sumar por sexta carrera consecutiva.