Prueba superada. Fernando Alonso ha tenido este miércoles su primera toma de contacto con el DallaraDW12 Honda con un 'rookie test' en el que ha demostrado su nivel con el nuevo monoplaza para lograr el OK a su participación en las 500 Millas de Indianápolis el próximo 28 de mayo.

El rookie test consiste en diez vueltas a un ritmo de entre 330 y 340 km/h, después 15 entre 340 y 345 y finalmente otras quince vueltas para llegar a los 355 km/h, es decir 220 millas a la hora. Precisamente de 219 mph (352,5 km/h) fue la velocidad media máxima que logró el asturiano en su vuelta más veloz.

Tras estas primeras 51 vueltas para el asturiano y ya sin presión alguna, Alonso tenía programada una jornada de entrenamientos hasta las 23:00 (hora peninsular), pendiente de la aparición o no de la lluvia al no poder rodar sobre mojado y con el recuerdo de los recientes problemas de sus compañeros de equipo con el monoplaza.

Cabe recordar que aunque los coches puedan parecer similares, lo cierto es que las diferencias son profundas. En la Fórmula 1 hay numerosos elementos aerodinámicos para generar carga aerodinámica, mientras que los coches de Indy están "recortados" con menores cantidades de carga aerodinámica para ser más rápidos.

Otra gran diferencia para Alonso será la falta de dirección asistida en los coches de Indy, algo que notó incluso con el cambio del simulador Honda al monoplaza real con el que competirá.

A pesar de que la lluvia finalmente sí hizo acto de presencia, el asturiano pudo completar 110 vueltas al óvalo de Indianápolis, con una media de 358 kilómetros por hora.