Seis años después de que los monoplazas del gran circo rugieran por última vez en el Circuit Ricardo Tormo en unos test oficiales, desde el lunes otro sonido muy distinto, el de los propulsores eléctricos de los monoplazas de la Fórmula EFórmula E, sonaba sobre el asfalto de Cheste con hasta seis expilotos de la Fórmula 1. Media docena de pilotos que tuvieron su momento en la máxima categoría del automovilismo, y alguno más con estatus de probador pero sin haber debutado en un Gran Premio, y que ya rodaron en Cheste en los tests -y presentaciones- oficiales que llegó a acoger el Circuit en la última década, coincidiendo con el Gran Premio de Europa que albergó Valencia entre 2008 y 2012 y que ya es historia.

Por vez primera en su corta vida, la Fórmula E de coches eléctricos ha elegido Cheste para iniciar la pretemporada, presentar varios de sus coches, y probar a pilotos antes de confirmar sus alineaciones, que la mayoría ya tienen cerradas. Entre estos, destaca el alemán Nick Heidfeld, con once temporadas en la F1 compitiendo en escuderías como Prost, Sauber, Jordan, BMW y Lotus, y ahora en Mahindra Racing, equipo apoyado por Campos Racing. Además de Heidfeld, también Sebastien Buemi (Toro Rosso, 2009-2011), Jean Eric Vergne (Toro Rosso, 2012-2014), Lucas di Grassi (Virgin, 2010), Jerome D’Ambrosio (Marussia y Renault, 2011-2012), y el que fue compañero de Fernando Alonso en su segunda etapa en Renault, Nelson Piquet Jr (2008-2009), han recordado los tiempos en los que la F1 atraía la atención de los aficionados. Ahora, sin embargo, los seguidores no podrán disfrutar del sonido y el diseño de los coches eléctricos al tener estos entrenamientos oficiales la consideración de pruebas privadas.

El británico Oliver Turvey, probador de McLaren y presentado este lunes mismo como nuevo piloto del equipo NIO Fórmula E, marcó el mejor tiempo de la jornada, por escasas 12 milésimas sobre Buemi (Renault e.Dams) y 14 sobre Di Grassi (Audi), los mejores de la pasada temporada. Mahindra Racing, pese a contar con Heidfeld y Rosenqvist, dará una oportunidad este jueves al español Dani Juncadella para cerrar los tests. El miércoles pilotos y coches descansarán para dar paso a las pruebas de la Roborace, prototipos autónomos que vieron la luz en París este año pero a los que les queda aún mucho recorrido y pruebas por delante.

Para estos entrenamientos, la Fórmula E recorta el trazado de Cheste hasta los 3,09 km, con la inclusión de una ‘chicane’ en plena recta para asimilarlo a los circuitos urbanos del Mundial. Una improvisada chicane no exenta de críticas tras el primer día, pero que no se modificará, y a la que llegan los coches tras una fuerte frenada que inician a 200 km/h. Buemi y Sam Bird sufrieron sendos accidentes sin consecuencias que interrumpieron temporalmente la sesión. El Mundial de Fórmula E arrancará en Hong Kong el próximo 3 de diciembre y finalizará en Montreal con dos carreras el 28 y 29 de julio de 2018 tras disputar hasta trece pruebas en diez sedes, como México, Sao Paulo, Roma, París, Berlín, Zúrich y Nueva York.