El francés Jean Todt fue reelegido este viernes para un tercer mandato al frente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), durante la Asamblea General de la organización que se celebra en París.

Como en su anterior reelección, hace cuatro años, el francés no tuvo ningún candidato rival, por lo que tuvo lugar por aclamación, a diferencia de lo que sucedió en su primera victoria, en 2009, cuando superó al finlandés Ari Vatanem.

Entonces Todt sustituyó al británico Max Mosley, cuyo mandato estuvo marcado por la polémica y por el enfrentamiento con las escuderías.

"Veo esto como una validación de la dirección que ha tomado la FIA bajo mi mandato y como un estímulo para continuar el programa que hemos seguido en los últimos ocho años", afirmó el francés.

"Mi ambición sigue siendo que nuestra Federación continúe esforzándose por ser lo mejor que pueda: más fuerte, más inteligente, más segura, más profesional y respetada a nivel mundial", dijo.

Todt ha sabido pacificar la organización, relanzar el campeonato del mundo de resistencia y el lanzamiento de la Fórmula E, con monoplazas eléctricos.

"La innovación es esencial para que la FIA continúe mejorando y ocupe el lugar que le corresponde en el mundo como líder en desarrollo de movilidad y automovilismo", dijo Todt, que propuso la creación de un fondo de innovación en la organización.

A sus 71 años, el francés, apodado en el mundo del motor como "el pequeño Napoleón", también se ha comprometido en el combate por la seguridad vial, lo que le ha valido el reconocimiento de la ONU en ese campo.

"La FIA ha logrado un progreso significativo a nivel mundial y ahora es reconocida por organismos mundiales, gobiernos y organizaciones no gubernamentales como una voz confiable y relevante en el escenario internacional", dijo.

Todt reconoció que la FIA tiene problemas de reconocimiento con algunos sectores, pero aseguró que "el deporte del motor siempre necesitará un regulador, juego limpio, ética y un árbitro independiente".

En medio siglo en el deporte del motor, donde comenzó como copiloto de rallys, Todt se ha forjado una reputación de patrón de escuderías con las que ha logrado un impresionante palmarés.

Quince victorias y dos Mundiales de rallys, dos triunfos en las 24 horas de Le Mans o cuatro éxitos en el Dakar marcaron sus años al frente de la escudería Peugeot, que dirigió entre 1982 y 1993, antes de pasar a Ferrari.

Al frente de esa escudería conquistó entre 1993 y 2006 trece Mundiales de Fórmula 1, seis de pilotos y siete de constructores. Cinco de ellos con un Michael Schumacher al que quiso recordar este fin de semana en París, cuatro años después de su grave accidente de esquí.

"Michael Schumacher sigue luchando"

"Está ahí, sigue luchando", comentó Jean Todt sobre Michael Schumacher, siete veces campeón del mundo de Fórmula 1, que lleva casi cuatro años recuperándose ensu mansión suiza.

"Echamos de menos a Michael. Estoy feliz de que haya venido Sabine para representarlo. Quería que Mick, su hijo, viniera, pero está haciendo un test en España, y Corinna, su mujer, está en Estados Unidos. La lucha sigue. Michael es alguien muy especial para el automovilismo. Es especial para mí, es un amigo", señaló un emocionado Todt.

Sabine Kehm, manager del Káiser, ejerció de portavoz y comentó: "Todos sabemos que Michael debería estar aquí y estoy totalmente segura de que le encantaría estarlo. Lo que hizo a Michael tan especial y exitoso fue, como pasó con todo el mundo en esta sala, su amor y pasión por este deporte", señaló Kehm en el acto de apertura del Salón de la Fama junto a Todt.

Schumacher sigue con cuidados intensivos en su mansión desde junio de 2014, tras dejar el hospital francés donde estuvo en coma inducido. Desde entonces, apenas se ha sabido más que el diagnóstico del hospital: traumatismo craneoencefálicos, hematomas intracraneales y edema cerebral difuso.