Este ha sido un gran fin de semana para El Planter, que afronta un año de transición con la llegada de un nuevo coordinador deportivo, antes de emprender un proyecto de expansión de la escuela, que le llevará a multiplicar los equipos de Fútbol-8 y adentrarse en una categoría. Pero quedémonos con lo inmediato, con lo que sucedió este último fin de semana con sus cinco equipos, en una jornada que se antojaba crucial. El primer equipo de cadete, el faro de esta escuela jugaba seguir su camino de ascenso por la categoría regional, donde hace no tanto estaba hundido. Un hipotético descenso pondría en peligro la base del nuevo proyecto, pues haría bajar de categoría también al infantil. Sin embargo, los cadetes de El Planter iniciaron hace más de un mes una prodigiosa remontada, con cuatro victorias en los últimos cinco partidos, lo que les ha colocado en la zona tranquila de la clasificación.

Esa reacción se ha cimentado en triunfos como el del último domingo en El Planter. El equipo perdía por 1-2 contra el Massamagrell y, tirando de épica, consiguió darle la vuelta al marcador. Victoria contra el sexto clasificado y a seguir creciendo. El gol que culminaba la remontada fue de Pablo Vicente, un jugador especial. Él, como muchos otros jugadores que ahora impulsan al equipo estandarte de la escuela, son en realidad cadetes de primer año, y jugaron buena parte de la temporada en el segundo equipo de la categoría, en la segunda regional. Las circunstancias han hecho que muchos de esos jugadores alternen con los dos equipos. Ello produce una circunstancia particular para Pablo, por ejemplo, que se ha convertido en máximo goleador con los dos equipos en los que compite. Mientras el golea, su hermano gemelo guarda la portería del primer equipo. Los dos hermanos, junto con Laure, un centrocampista con mucho gol, lideran un equipo con mucho mérito. En estos chavales, sin que quizás lo sepan, se sustenta el futuro de un club familiar, en el que el presidente y el director deportivo se desdoblan para organizar todos los recovecos de el nuevo El Planter.

A saber, el proyecto de la nueva temporada incluye la creación de un juvenil, pero no solo eso. También se pretende que en todas las categorías de fútbol-8 haya al menos dos equipos, y que en cadetes haya tres. Para ello, el objetivo del año que viene será intentar ascender al primer equipo a Liga Autonómica. Y todo ello englobado en un porceso de modernización, con cada vez más entrenadores cualificados, con un patrón de juego definido (y el tiki-taka como doctrina) que conforman un área de captación para nutrir a los nuevos equipos con jugadores interesantes. Ambicioso proyecto, que se cimenta en victorias como la del domingo.