Ha llovido mucho -aunque no tanto como se hubiera deseado- desde que en 2002 se estrenara la película ´Quiero ser como Beckham´. Por aquel entonces yo tenía 17 años y ya tenía claro que quería contar historias como la de Jesminder Bhamra, protagonista del film dirigido por la británica de origen indio, Gurinder Chadha. Jess es una chica hindú de 18 años afincada en Londres. Pese al deseo de sus padres de que vaya a la universidad para convertirse en una futura abogada y, así, llevar dinero a casa en el futuro, ella prefiere jugar al fútbol. Su referente, el exfutbolista de Manchester y Real Madrid entre otros equipos, David Beckham. Su sueño, llegar a lo más alto como lo hizo su ídolo. Para ello debe enfrentarse a la cultura, a las costumbres, a los estereotipos e incluso a su familia. Aunque lo cierto es que Jess acaba consiguiendo su objetivo, irse a Estados Unidos para participar en un conocido programa de fútbol de donde salen las mejoras jugadoras del panorama futbolístico internacional.

No hace falta, sin embargo, ir al cine para encontrarse con una situación similar. Son muchas las niñas y chicas que días tras día, temporada tras temporada, luchan por hacerse hueco en un mundo de hombres, en un deporte demasiado encasillado. Ellas -ya sean querubines o amateurs- deben esforzarse el doble o incluso el triple para que se les reconozca una enésima parte del trabajo realizado.

Por eso, cuando la Federación de Fútbol de la Comunitat Valenciana decide este verano crear una nueva categoría de fútbol femenino -cadete-infantil- no puedo más que ponerme en pie y aplaudir la decisión. Porque va a permitir que las niñas y chicas valencianas que sueñen con ser como Beckham o como Jess tengan más oportunidades de conseguirlo. El camino no será fácil y no todas lo lograrán. Pero si Verónica Boquete, una gallega de 27 años que comenzó jugando a fútbol en una escuela de Riveira -Xuventú Aguiño-, está entre las diez candidatas al Balón de Oro 2014 que entrega la FIFA, ¿por qué no van a conseguirlo las niñas del Marítim, del Patacona, del UF Manises o tú misma?

La historia de Jess es ficción, pero la de Verónica es real y demuestra que, actualmente, el fútbol ya no es solo cosa de hombres.