Cuando la pasada temporada un grupo de padres decidió aunar sus fuerzas para que los gastos de sus hijos en el fútbol fueran a un fondo común, surgió la idea de crear una escuela de fútbol y de ahí, esta temporada, nació el Club de Fútbol Sporting de Rocafort.

En tiempos difíciles, en los que poca gente apuesta por el riesgo, aparece esta escuela que, aunque poco conocida, poco a poco va dejando rastro por allí por donde pasa. De momento, solo está formada por dos equipos a los que la temporada no les está yendo nada mal. De hecho, el equipo cadete es segundo del grupo 10 de Segunda Regional y aspira al ascenso de categorías. Uno de los objetivos que, aunque en un principio no entraba en las previsiones de la escuela, ahora ya es una realidad. "Esto va poco a poco, pero está funcionando", cuentan desde la directiva del club.

Aunque el verdadero objetivo de la escuela es que la próxima campaña el número de combinados en competición se duplique. Aunque, para ello, necesita la colaboración y apoyo de muchas entidades. Porque más allá de los resultados, en la directiva del Sporting Rocafort están muy preocupados por el futuro de los niños y jóvenes de la localidad. Sobre todo, de quienes no tienen recursos para acudir a entrenamientos y demás. Por eso han conseguido becar a algunos de sus futbolistas. Y, si el año que viene cuentan con las mismas subvenciones y ayudas, duplicarán el número de becas para que ningún vecino de Rocafort se quede sin practicar su deporte favorito. "Necesitamos aportaciones de patrocinadores, de bancos y del ayuntamiento para seguir llevando a cabo nuestra labor, no queremos enriquecer la escuela, sino que pretendemos ayudar a aquello que sin nuestro apoyo no podrían jugar a fútbol", cuenta el coordinador deportivo, Ángel Sánchez, quien se podría definir como el origen de esta escuela. Porque fue él quien dirigía al equipo que dio pie a la formación de la escuela.

Como Ángel, todos los entrenadores y técnicos son titulados universitarios o tienen formación técnica deportiva. Algunos de ellos, incluso, ayudan a la directiva con decisiones más deportivas. Porque la cúpula del Sporting de Rocafort está formada por padres de futbolistas y la encabeza Paco Ferrando.

Es muy grande el esfuerzo que está realizando este grupo de personas, porque "trabaja sin ánimo de lucro y, pese a ello, está luchando como el que más". Solo así se consigue, en tiempos difíciles, sacar adelante un proyecto ambicioso como este.

La creación de una escuela que, en lugar de buscar llenar sus vitrinas de títulos y premios, prefiere donar todo lo que tiene a enriquecer el fútbol local, a ayudar a quienes más lo necesitan, a cimentar el fútbol base de Rocafort y, en general, el valenciano. El trabajo de Sporting es, en definitiva, de aplaudir y alabar.