Como los buenos vinos, el E-1 Valencia mejora a cada año que pasa. Ya son 25 los que lleva en funciomiento esta escuela, la mitad afincada en la localidad de Paiporta, y siempre con capacidad de crecimiento y mejora. La temporada que empieza cuenta con tres equipos más (26 por 23) que la anterior, para un total de 400 niños y chavales, más su veintena de entrenadores y los respectivos delegados.

La punta de este inmenso iceberg sobresale en Liga Nacional, donde el juvenil A se codea con lo más granado del fútbol autonómico. Formación futbolística y valores conviven incluso en esa categoría: el resto al rival y al compañero es el principal valor y seña de identidad que se inculca en el E-1.

Yolanda Felguera preside otro curso más a esta popular escuela, con Isidro Flausino al frente de la dirección deportiva. El estadio municipal de El Terrer prosigue como privilegiado centro de operaciones; allí entrena hasta un equipo de prequerubines, formado por niños de tres años; no compiten pero empiezan a dar sus primeras patadas a un balón en un entorno propicio para un aprendizaje global.

Con los recursos económicos limitados, el E-1 Valencia Paiporta se sustenta sobre el trabajo y dedicación de sus integrantes. Hay reuniones periódicas con todos los técnicos para reforzar el sentimiento colectivo y vocacional del proyecto, uno de los más valorados tanto de forma interna como externa: Valencia, Levante o Villarreal envían a menudo a sus ojeadores a Paiporta para captar allí talentos. Además del juvenil A, hay cuatro equipos compitiendo en Primera Regional en las distintas categorías. Un motivo de celebración, como las Bodas de Plata que se conmemora.