Desafortunado suceso el que ocurrió el pasado sábado en el encuentro del grupo IV de la Tercera Regional Juvenil que enfrentaba al Atlético Museros y al Albalat. Corría el minuto 75 cuando el equipo visitante anotaba el 0-4 entre ánimos algo caldeados por pequeñas incidencias anteriores. Tras encajar el gol, el guardameta local pateó el esférico hacia el centro del campo, golpeando sin intención en la espalda el rival que había marcado el tanto. Este no lo entendió así e insultó al meta, lo que vio el árbitro y le costó una tarjeta roja directa. En ese momento, el futbolista del Albalat perdió los papeles y corrió a agredir al guardameta del Atlético Museros, al que propinó un puñetazo en el ojo ante la incredulidad de los allí presentes. Lógicamente se creó una gran trifulca y el colegiado se vio obligado a dar por finalizado el encuentro.

El agredido tuvo que ser trasladado al hospital en Valencia, donde fue atendido de varios cortes en el ojo, aunque afortunadamente no tendrá mayor problema que el gran hematoma y las heridas producidas por el golpe. En la misma tarde del sábado, el Albalat expulsó del club al agresor y ayer se puso en contacto con el Atlético Museros para disculparse. Una acción lamentable que será denunciada.