Jugar en las categorías inferiores del CD Utiel no es fácil. Los niños de este club saben perfectamente lo que es ir a entrenarse en La Celadilla con temperaturas a veces por debajo de loscero grados, con temperaturas a veces por debajo de loscero gradospero la historia ha demostrado que nada podrá nunca con las ganas de jugar al fútbol de los niños de este gran pueblo.

Este año la escuela de fútbol cuenta con cuatro equipos de fútbol-8 federados (tres alevines y un benjamín) a los que hay que añadir un pequeño grupo de prebenjamines que entrenan dos días por semana, pero todavía no compiten en ninguna liga organizada más allá de algunos partidillos amistosos. Además, en fútbol -11 hay un infantil, un cadete y también un equipo juvenil, aunque la gestión de este último grupo depende más del primer equipo que de la misma escuela.

Son en total 138 niños los que juegan en las categorías inferiores de un club histórico y que tiene como filosofía principal el hecho de permitir a todos los chavales que quieren jugar a su deporte favorito, hacerlo. Más del noventa por ciento de los niños son de la misma localidad de Utiel, aunque otras aldeas y municipios menores como por ejemplo son Minglanilla, Casas de Pradas, San Antonio de Requena, Las Cuevas, Las Casas, Los Corrales o incluso Caudete, entre otros, también aportan jugadores.

El objetivo principal es que todos jueguen y después, en función de las hornadas de jugadores, se van fijando otros objetivos deportivos.

Este año la escuela puede decir con orgullo que todos sus equipos están entre los seis primeros clasificados de sus respectivos grupos y además, el alevín A que entrena Óscar García está cerca del líder y quiere ganar su campeonato liguero.

Esta es la octava temporada que José Antonio Gómez Agut afronta como Director Deportivo de Fútbol Base y la filosofía que mantienen gira alrededor del balón. La pelota es la protagonista y todos los niños tienen que disfrutar jugando con el balón. Atrás quedan aquellas palizas físicas que se daban hace años. Bastante hacen los niños „y los padres también„ al ir puntualmente a los entrenamientos y a los partidos, que en muchos casos los obligan a desplazarse hasta poblaciones muy próximas de València capital cada dos semanas... aunque ni el frío, ni las distancias, ni nada podrá nunca con las ganas de los niños de Utiel de jugar al fútbol.