Finlandia salió al campo con la aparente intención de desmentir los pronósticos acerca del partido, que esperaban un equipo local defendiéndose y una Alemania tomando permanentemente la iniciativa y haciendo el trabajo ofensivo.

Los finlandeses fueron quienes tomaron la iniciativa al comienzo y ya en el minuto 3 hubo una buena llegada de Jonathan Johannson por la derecha. Alemania pareció un poco sorprendida con el atrevimiento finlandés y tardó en empezar a adueñarse del campo.

Pasados los primeros diez minutos el partido empezó a jugarse más en campo finlandés aunque Alemania mostraba dificultades para encontrar espacios y llegar con verdadero peligro al área.

Finlandia ensayaba consecuentemente el contragolpe, en jugadas en las casi siempre estaba involucrado Johannson. Y en un contragolpe -en el minuto 33- llegó el primer gol finlandés y el autor fue, consecuentemente con lo que había pasado hasta ese momento, Jonathan Johannson.

La jugada se originó en el área finlandesa, donde Lukas Podolski no había logrado ponerse en posición de rematar. Podolski perdió el balón, vino un balonazo largo, Heiko Westermann y Philipp Lahm no lograron interceptarlo y Johansson se quedó sólo ante Robert Enke y lo derrotó con un remate de pierna derecha.

El gol de Johannson fue el comienzo de una fase muy movida del partido. Alemania empató en el 38, cuando Klose le ganó el duelo a Sami Hyypia dentro del área y marcó de zurda, tras recibir un buen pase de Piotr Trochowski.

Finlandia, con un golazo de volea de Mikka Värynen, se volvió a ir en ventaja cinco minutos después y Klose volvió a empatar antes de que los equipos se fueran al descanso en una jugada que se originó en un saque de esquina.

El segundo tiempo empezó como había terminado y Finlandia, en el minuto 53, marcó el tercero por intermedio de Slojund, de cabeza, a centro de Värynen.

Esta vez, sin embargo, la reacción alemana no fue inmediata y el equipo de Joachim Löw empezó a sufrir y a atacar desordenadamente, recurriendo con excesiva frecuencia al juego aéreo con balones que solía devolver la cabeza de Hyypiä.

La primera ocasión clara derivada de los esfuerzos alemanes sólo llegó en el 76, cuando Petri Pasanen sacó de la línea un cabezazo de Klose. Alemania terminó echándolo todo adelante, al final jugó con cuatro delanteros, y al final, en una jugada llena de carambolas, llegó el empate. Klose remató a puerta vacía, y marcó, después de que Mario Gómez y Patrick Helmes fallasen y Jäaskeläinen parase el balón a medias.

El resultado final no era el que esperaba Alemania y al final fue Finlandia la que celebró. Sin embargo, por lo visto en el campo es claro que los jugadores de Löw tiene que irse satisfechos de no haberse llevado una derrota a casa que hubiera generado discusiones pese a la disculpa de ausencias importantes como las de Michael Ballack y Torsten Frings.

- Ficha técnica

3; FINLANDIA: Jääskeläinen, Pasanen, Lampi, Hyypiä, Kallio, Eremenko, Heikkinen, Johannson, Väirynen (Kuqi, 75'), Kolkka y Forssell (Slojund, 41').

3; ALEMANIA: Enke, Fritz (Hinkel, 82'), Tasci, Westermann, Lahm, Schweinsteiger, Rolfes (Helmes, 82'), Hitzlperger (Gómez, 69'), Trochowski, Klose y Podolski.

Goles: 1-0, m.33: Johannson; 1-1, m.38: Klose; 2-1, m. 43: Väirynen; 2-2, m.45: Klose; 3-2, m.53: Slojund; 3-3, m. 83: Klose.

Arbitro: Victor Kassai (Hungria) amonestó a Kallio.