- PEP GUARDIOLA. Llegó al banquillo azulgrana con prudencia y salió disparado hacia la gloria. El técnico catalán transportó sus dotes de futbolista al vestuario. Liderazgo, inteligencia y brillo. Sin una experiencia luminosa a sus espaldas ni un currículo boyante, tomó las riendas del Barcelona. De un plumazo convirtió la transición en el mejor año de la historia del club. Resguardado en un fútbol deslumbrante y contundente arrolló a cada adversario que se encontró por el camino. Consiguió el triplete. Un hecho sin precedentes entre la cuantiosa cosecha de la entidad. El tercer entrenador más joven en conquistar el máximo título europeo, después de sus compatriotas Miguel Muñoz y José Villalonga con el Real Madrid, puso mesura en un mundo de sobresaltos. Pep Guardiola, además, entró en el selecto grupo de técnicos que también lograron el trofeo europeo como jugador. Pero sobre todo, advierte un futuro lleno de esplendor.

- LEO MESSI. Una temporada llena de éxitos cargó de argumentos la consideración del argentino como el mejor futbolista del mundo. No faltó a ninguna de las grandes citas azulgrana en el año de su consolidación. Dio la cara en todas y contribuyó con juego y goles. Fue el mejor del curso el futbolista del Barcelona, que asumió con desparpajo y responsabilidad el liderazgo que otrora cargó las espaldas del brasileño Ronaldinho. Messi ha estado a la altura de los grandes. 'La Pulga' ha saciado el hambre de títulos. Y apunta a que el brillo resplandecerá a final de año, cuando sea considerado como el mejor futbolista del año. De momento, se adjudicó por segunda vez el trofeo EFE "Bota de Plata" al "Mejor Jugador iberoamericano de la Liga"

- PEPE. El defensa que dotó de consistencia la zaga del Real Madrid después de infinitos intentos, acaparó la imagen más triste de la temporada. La regularidad del central portugués quedó afeada por un borrón intachable que le perseguirá a lo largo de su carrera. Aún cumple condena -diez partidos de sanción- por la acción en una de las áreas del césped del estadio Santiago Bernabeu, donde pateó al centrocampista Javier Casquero, en medio del final loco del partido que enfrentó al Real Madrid con el Getafe. Una acción que empaña la ascendente trayectoria deportiva que ha ejecutado desde que llegó al conjunto blanco.

- DIEGO FORLÁN. Un final de temporada espectacular disparó la proyección del uruguayo Diego Forlán, que superó los números del camerunés Samuel Etoo para arrebatarle el título de máximo goleador de la Liga española y conquistar la segunda Bota de Oro de su carrera. El atacante del Atlético de Madrid ha disfrutado de una temporada de récord. Treinta y dos goles en treinta y cuatro jornadas han sido los números que ofrece el futbolista sudamericano. Alentado por los últimos doce tantos, firmados en los ocho últimos partidos. Forlán devolvió la condición de máximo anotador al Atlético de Madrid. Es el octavo 'Pichichi' de la historia del club rojiblanco y el primero desde el italiano Christian Vieri, que ganó ese trofeo con 24 dianas en 1997-98.

- MANOLO JIMÉNEZ

El técnico sevillista salió airoso de la presión a la que fue sometido a lo largo de la temporada. Tradicionalmente discutido por un sector de la afición, ha cumplido con las expectativas. Situó al Sevilla tercero en la tabla. El mejor después de los todopoderosos Barcelona y Real Madrid. De la mejor versión de la historia azulgrana y de la infinita fe blanca. Los números de campeón -70 puntos- no han cambiado el parecer de cierta corriente sevillista. Siempre discutido desde que llegó al banquillo del estadio del Nervión a mitad del pasado curso, sí fue valorado por el club, que ha decidido renovarle por un año.

- DAVID VILLA

Al margen de los interminables rumores sobre un futuro fuera del Valencia, el delantero asturiano respondió a su reputación goleadora. Terminó el curso con veintiocho goles. Sus mejores números desde que está en Mestalla. Cifra que iguala los de atacantes históricos en la vida de la entidad: el argentino Mario Alberto Kempes y el montenegrino Predrag Mijatovic. Kempes logró sus números en la campaña 77-78, en la que se proclamó máximo goleador de la Liga española. Mijatovic obtuvo este registro en la Liga 95-96, cuando la competición contaba con veintidós equipos. Villa ha cerrado la presente campaña en el tercer lugar de la clasificación de artilleros. Con dos menos que el camerunés Samuel Eto'o y cuatro en relación al uruguayo Diego Forlán.

- ANTONIO TAPIA. El preparador andaluz ha sido artífice del nuevo talante ofrecido por el Málaga, equipo revelación del curso, pese a a su ajustado presupuesto. Ascendió al equipo de Segunda División, en donde empezó su segunda etapa, y ha llegado al equipo a una situación insospechada. El Málaga ha terminado en la octava posición. Más cerca de Europa, por la que se planteó luchar a lo largo del ejercicio, que del descenso, donde aventuraban las predicciones de inicio. Quince victorias y diez empates en dieciocho encuentros. Con 55 puntos. A siete del Valencia europeo. No ha sido bastante para el preparador de Baena, que ha anunciado que su ciclo se ha cumplido y que no continuará la próxima temporada. Tapia ha elegido también el momento de su despedida: se lo comunicó a los jugadores en la última jornada antes de comenzar el partido con el Espanyol.

- IKER CASILLAS. La permanente regularidad del guardameta internacional ha sido una de las pocas buenas noticias del Real Madrid en la presente temporada. Un año más lideró el resurgir del conjunto blanco. El que sostuvo al equipo para no perder la estela del intratable Barcelona. El capitán de la selección española representa la base del futuro que se le asoma al Real Madrid. Incuestionable, el final del trayecto del curso ha empañado sus números. Cuando su equipo bajó los brazos. Casillas permanece.

- ÁLVARO NEGREDO. El atacante madrileño ha disfrutado del año de su consolidación como futbolista de primer nivel. Ha sido el faro del Almería, que prolongó su permanencia en Primera sin excesivos sobresaltos de la mano del técnico mexicano Hugo Sánchez. El delantero criado en la cantera del Rayo Vallecano y madurado en el Real Madrid, avista un futuro más amplio. Lejos de Almería, a donde llegó hace dos temporadas. Marcó el primer tanto del equipo andaluz en su retorno a Primera. Y se reafirmó como el máximo goleador de toda la historia del club almeriense en esa división, con 32 tantos. Esta campaña, en la que sonó con fuerza como posible internacional, ha sido sexto en la tabla de artilleros. El segundo mejor español, sólo superado por David Villa. Acabó el curso con 19 goles, que reafirman sus dotes como 'matador'.

- MAURICIO POCHETTINO. El preparador argentino es el artífice del milagro del Espanyol, amarrado a la máxima categoría, de donde parecía despachado. Llegó al club catalán como medida de emergencia el pasado 19 de enero. Sustituyó a Jose Manuel Esnal 'Mané'. El tercer entrenador en la temporada blanquiazul fue el definitivo. Llegó a doce puntos de la salvación y con el equipo hundido. Cambió la dinámica del equipo, que cerró la temporada en la décima posición. Con el descenso lejos. En el ecuador de la tabla. Su continuidad es ahora un asunto prioritario para los responsables de la entidad.

- MANOLO PRECIADO. El técnico cántabro logró la continuidad del Sporting en Primera División, al que ascendió hace un año. Con la plantilla más corta de la categoría, sin refuerzos de relumbrón y con un plantel sin experiencia en las alturas de los torneos, salió airoso de la apuesta, a la que nunca rehusó. Plagado de optimismo gestionó concienzudamente su grupo. No volvió la cara a cada partido, que afrontó con convicción ofensiva. Una apuesta firme con la que fue capaz de esquivar el sufrimiento del descenso.

- MANUEL RUIZ DE LOPERA. El máximo accionista del Betis fue el blanco de las iras de la afición, invadida por la indignación tras consumarse el descenso a Segunda del equipo sevillano. La distancia en la que se ampara el controvertido Manuel Ruiz de Lopera no le ha apartado de las culpas a las que se dirigen las miradas del seguidor, indignado por el papel de comparsa que padece en la competición con un equipo que ha rendido por debajo de los nombres que forman su plantilla. El golpe de timón pretendido con la destitución de Francisco Chaparro y la puesta en escena de Jose María Nogués no evitaron la caída del Betis al infierno.