El conjunto que dirige Manolo Jiménez partió con el principal objetivo de situarse entre los cuatro primeros de la clasificación y coger plaza para la próxima edición de la Liga de Campeones, competición que no pudo disputar esta campaña al acabar quinto en el anterior torneo doméstico.

Los sevillistas se han destacado como un equipo regular en la Liga y casi siempre ha estado en puestos de Liga de Campeones, por lo que en el club se quiso dar una 'vuelta de tuerca más' y luchar por ser terceros y con ello asegurarse entrar en la fase de grupos de la máxima competición continental sin pasar por la exigente eliminatoria previa.

La formación hispalense logró su objetivo en la penúltima jornada al superar al Deportivo de la Coruña por 1-0 en el abarrotado Ramón Sánchez Pizjuán, con lo que la visita a Soria de ayer para jugar ante un ya descendido Numancia se convirtió en un trámite, saldado también de forma exitosa.

El Sevilla, en la antepenúltima jornada, había logrado, gracias a su empate (0-0) en el campo de Osasuna, algo que antes hubiera sido muy celebrado por sus seguidores y que en esta ocasión pasó casi 'de puntillas', la participación en competición europea la próxima temporada, pues amarró que, como mal menor, sería sexto y entraría en la Copa de la UEFA.

Eso hizo que el club que preside por séptimo año seguido José María Del Nido se haya clasificado por sexta campaña consecutiva para un torneo continental.

El conjunto andaluz es el único de España, junto al Real Madrid y al Barcelona, que ha conseguido clasificarse para competición europea en las seis últimas temporadas y en ese período es el tercero también, tras el equipo blanco y azulgrana, en sumar más puntos en esos campeonatos.

Pese a ello, la labor de Manolo Jiménez ha sido criticada por un sector de la afición y la prensa desde poco después de que se hiciera cargo del equipo ya iniciada la pasada campaña en sustitución de Juande Ramos.

Los 'críticos' alegan que algunas decisiones técnico-tácticas del entrenador sevillano no son buenas y que ello ha motivado el caer esta campaña en las semifinales de la Copa del Rey ante el Athletic de Bilbao y no pasar de la fase de grupos en la Copa de la UEFA, que han sido las grandes decepciones de la temporada.

También han existido decepciones con jugadores que se contrataron para suplir el buen rendimiento de otros que se fueron, como el brasileño Daniel Alves (Barcelona), el malí Seydou Keita (Barcelona) y el danés Christian Poulsen (Juventus de Turín).

No obstante, el tercer puesto en la Liga, en un curso en el que el Sevilla ha padecido muchas bajas por lesión y de larga duración, ha servido con creces para el consejo de administración, que la pasada semana ya anunció que Manolo Jiménez seguirá al frente del equipo en una campaña muy dura por las propias exigencias que el club y la afición se han impuestos en los últimos años.