No decepcionó la VII edición del Torneo Fiesta. Tanto esfuerzo mereció la pena. Unos 1000 espectadores asistieron al último evento del fútbol regional, que cada año va cobrando mayor protagonismo. Además se realizó sobre el mejor de los escenarios posibles: el Ciutat de Valencia. El campo del Levante es el escaparate ideal para que cualquier futbolista de Preferente vea cumplido su sueño: jugar en un estadio de primer nivel. Por ello, los seleccionadores, José Castillo, Vicente Bacete y Antonio Descalzo, no tuvieron practicamente problemas para confeccionar las convocatorias de los tres combinados. La voluntad de los futbolistas en asistir a la cita facilitó la tarea y enganchó al público.

Antes de comenzar el encuentro entre la selección de SUPER y el combinado de Regional Preferente, los asistentes rindieron un homenaje a Campuzano, un ex jugador del Levante que poco a poco va recuperándose de su drama. También militó en Olímpic y Alzira. Los futbolistas saltaron al campo con camisetas celestes. ´Ánimo Campu´ era el lema. Había morbo por ver el estado de Edwin Congo después de que el delantero decidiera marcharse de La Murta por sus diferencias con José Manuel Rielo. El punta actuó de titular en los dos partidos y fue ovacionado tras ser reemplazado por Javi Rullo. Tampoco desentonó el granota Marc Mateu, que recientemente ha prolongado su contrato con el Levante. El canterano se puso el mono de trabajo tras el penalti que anotó Manolo. Igual de bulliciosos estuvieron Omar y Mossa, seguidos desde el palco por Manolo Salvador, quien debe decidir, junto a Luis García, si el sitio de ambos está o no en el primer equipo. La selección de SUPER ganó el Torneo por la direfencia de goles.