El rumano Gica Popescu, ex internacional rumano del F.C. Barcelona, rechazó las acusaciones de haber colaborado durante tres años con la policía secreta de la Rumanía comunista, la temible Securitate, que publicó el diario "Adevarul".

El rotativo afirma hoy que ha tenido acceso a documentos del Consejo Nacional para el Estudio de los Archivos de la Securitate (CNSAS) del período entre 1986 y 1989, cuando Popescu jugaba en el Universitatea de Craiova, que revelarían la colaboración del que fuera capitán del Barça con los servicios secretos comunistas.

El también ex capitán de la selección nacional rumana habría informado sobre las actividades de sus técnicos y compañeros de equipo para la Securitate, que le consideraría, según esos papeles, un "elemento honrado, correcto y disciplinado", según el diario.

En declaraciones a la prensa, el ex futbolista ha calificado las informaciones Adevarul de "mentiras ordinarias" y ha negado vehementemente haber sido informador de la policía política.

Fuentes de la CNSAS consultadas hoy por Efe dijeron que no podían confirmar ni desmentir la existencia del expediente de Popescu, quien según Adevarul estaba registrado en la policía política bajo el nombre conspirador de "Coronel Petrescu".

El deportista habría sido reclutado cuando tenía sólo 19 años, y en su actividad como informador hasta la caída del régimen comunista en 1989 habría realizado un total de nueve informes sobre varios futbolistas, sobre el ambiente en el vestuario y los viajes al extranjero.

Contactado por el periódico y otros medios, Popescu ha asegurado que su única relación con la policía secreta fue la firma de un "papel banal" y muy común para los deportistas de aquellos años, en el que se comprometía a informar de cualquier intento de reclutar jugadores por parte de personas hostiles al régimen.

El que fuera central del PSV, del Tottenham y del Galatasaray, entre otros equipos, ha afirmado que se presentará mañana en la sede de la CNSAS para aclarar la situación, y ha defendido que las notas informativas que le atribuye Adevarul no están escritas por él.

Popescu jugó en el Barcelona entre 1995 y 1997 y consiguió una Recopa de Europa a las órdenes de Bobby Robson.

Con una red de informadores que alcanzaba todos los segmentos de la sociedad rumana, la Securitate fue una de las más duras policías políticas detrás del telón de acero, y se caracterizó por el espionaje paranoico a millones de rumanos y la eliminación física de disidentes.

La acusación de colaboración con la Securitate a Popescu ha causado conmoción en el mundo del fútbol rumano, en un país que desde hace algunos años va conociendo con asombro y de manera lenta y confusa el nombre de los muchos personajes públicos que formaron parte de la siniestra maquinaria de represión del dictador Nicolae Ceausescu.