La CBF presentará una propuesta de cambio del calendario en un plazo de treinta días, que será sometida a la aprobación del Ejecutivo, según detalló el ministro brasileño de Deportes, Orlando Silva, que también participó en la reunión.

Además, el órgano gestor del fútbol deberá presentar propuestas para la mejoría de la gestión de los clubes, que enfrentan problemas por su elevado endeudamiento.

Los cambios en el calendario tan solo podrán comenzar a ser aplicados a partir de 2011, puesto que los clubes ya han firmado contratos comerciales para el año que viene, que tienen que ser respetados, según el político.

Mientras que la mayoría de las ligas europeas se desarrolla entre agosto y junio, la de Brasil arranca en mayo y concluye en diciembre. La diferencia de calendarios acarrea problemas en Brasil, puesto que muchos clubes pierden a gran parte de sus plantillas en la ventana de transferencias de agosto, lo que los obliga a rehacerse a mitad del campeonato.

El cambio de calendario implicará mudar también la fecha de los populares torneos regionales, que se suelen celebrar entre enero y mayo, y posiblemente también la fecha de la Copa de Brasil, que se juega en el primer semestre del año.

Ricardo Teixeira ya había manifestado anteriormente su deseo de cambiar la fecha de la Copa, para evitar que coincidiera con la Copa Libertadores y así conseguir que puedan participar en ella los equipos brasileños que participan en la competición continental.