Los técnicos del club levantinista manejan una amplia lista de opciones para reforzar el eje de la zaga, un puesto que se antoja vital apuntalar, ya que Luis García sólo dispone de tres centrales en el primer equipo: Ballesteros, Robusté y Héctor Rodas.

SUPER informó ayer del ofrecimiento de Javier Almirón, zaguero de 29 años que no entra en los planes del Alavés. El defensa argentino, con experiencia en equipos como Tenerife, Ejido y Lanús gusta en la entidad de Orriols, como también su compañero Pablo Casar, pero de momento se trabaja sin prisa y con pies de plomo en los refuerzos que faltan por concretar, por lo que se manejan otras opciones como las de Albert Serra y Rubén Martín Pulido.

Estos futbolistas, que han militado la pasada campaña en Girona y Zaragoza respectivamente, cumplen con una de las aristas del perfil marcado por los técnicos: una edad y veteranía que complementaría la juventud de Héctor Rodas y Robusté en caso de que Sergio Ballesteros sufriera algún percance en una temporada que en Segunda División se alarga hasta el mes de junio.

Albert Serra llegaría libre en caso de que el Levante entrara de lleno en su fichaje. El de Figueres, que cumplirá el próximo octubre 31 años, terminó contrato con el Girona el pasado 30 de junio. La directiva del conjunto catalán se echó atrás a última hora pese a su promesa de renovación y sus 37 partidos disputados durante el último ejercicio.

En el caso de Pulido, el madrileño no cuenta para Marcelino. El central aterrizó el verano anterior en el club maño procedente del Almería y, pese a que todavía le resta un año de contrato, el Zaragoza no pondría ningún inconveniente a su traslado a Orriols. El mes pasado estuvo cerca de recalar en el Xerez –ambas entidades llegaron a un acuerdo– pero las pretensiones económicas del jugador terminaron por abortar su llegada a tierras andaluzas.

Oficio para la retaguardia

Precisamente el apartado económico es el gran enemigo del Levante a la hora de perfilar el plantel. Estos futbolistas, al igual que Almirón, están en la lista de otros clubes de la Liga Adelante, que también buscan jugadores para completar una línea tan importante como la defensa.

La secretaría técnica y el propio Luis García manejan estos nombres, pero todavía no se han metido de lleno en la ´operación central´ a la espera de poder de sellar antes un mediopunta o un interior izquierda. No es que el central sea secundario, al contrario, pero en el club van a esperar a ver qué dinero tienen que desembolsar por el volante para saber de cuánto podrán disponer para un zaguero, dentro del escuálido presupuesto fijado por los rectores del club. El objetivo es, dentro de los encajes de bolillos que se deben hacer para no salirse de lo marcado, traer un defensa con oficio, con la carta de libertad o en calidad de cedido; un ´doble´ de Sergio Ballesteros, un perfil cotizado en la categoría de plata y no siempre accesible para el club de Orriols.

Si finalmente no se puede convencer económicamente a alguno de estos ´expertos´ de Segunda, los técnicos encararían sus movimientos hacia un defensa más joven en la categoría e, incluso no se descarta poner la mirada en algún zaguero puntero de Segunda B, más asequible económicamente. A falta de dos semanas para el cierre del plazo de inscripción, y pese a que se mide al milímetro cada paso, en los próximos días podría oficializarse un fichaje.