Cuatro hombres armados invadieron anoche el vestuario del club Portuguesa en el estadio Canindé, tras la derrota por 1-2 frente al Vila Nova en partido de la Segunda División del Campeonato Brasileño, para exigir mejores resultados, denunció hoy el técnico del equipo, René Simoes.

La dirección del Portuguesa, que puede ser duramente sancionada por el incidente, aclaró, no obstante, que se trataba de dos hombres armados, a los que identificó como guardaespaldas de un consejero del club.

Según Simoes, los cinco invasores, cuatro de los cuales armados, se identificaron como hinchas y quisieron intimidar a los jugadores del Portuguesa, que está en la novena posición en la clasificación del Campeonato Brasileño de Segunda División, lejos de los puestos que garantizan el regreso a la primera división.

Las amenazas estaban dirigidas principalmente a los atacantes Heverton y Edno.

"Nunca vi en ningún lugar del mundo lo que ocurrió en ese vestuario. Ni en partidos de gueto ocurre algo con esa proporción.

Es muy grave que gente armada pueda entrar al vestuario ¿Qué mundo es este?", protestó el entrenador al referirse a la falta de seguridad en el Canindé, estadio en la ciudad de Sao Paulo que es propiedad del Portuguesa.

"Los jugadores ya reciben llamadas telefónicas con amenazas, pero la situación no había llegado a este punto. El grupo es calificado, pero no tiene cómo concentrarse", agregó.

Tras el incidente, portavoces de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) y del Tribunal de Justicia Deportiva han advertido que Portuguesa tiene que adoptar urgentemente medidas preventivas y que puede ser sancionada por la falta de seguridad en sus instalaciones.

Pese a la gravedad del incidente y ante las posibles sanciones, la dirección del club intenta reducir las proporciones del caso, que no califica ni siquiera como una invasión.

El vicepresidente del club, Luis Iauca, en declaraciones citadas hoy por el portal Globoesporte, afirmó que los hombres armados en el vestuario eran dos policías que trabajan como guardaespaldas de un consejero del equipo al que identificó como Toninho da Divena.

"Estamos tomando todas las medidas preventivas necesarias.

Nuestro abogado ya fue enviado a la comisaría para presentar una denuncia", afirmó.

El dirigente dijo que el Portuguesa no teme ser sancionada con la pérdida al derecho a disputar los partidos en su estadio ya que el incidente no fue protagonizado por un hincha sino por un consejero del club, y a que no se trató de una invasión.

"Se trata de un amigo de la casa que siempre tuvo acceso a los vestuarios del club. Siempre fue una persona tranquila. Los vigilantes están instruidos para impedir la entrada de cualquier persona, pero como se trataba de un consejero acompañado de dos policías que se identificaron como sus guardaespaldas nadie les impidió la entrada", enfatizó.

"No tememos perder el derecho a usar nuestro estadio para partidos por el Campeonato Brasileño porque se trató de un problema interno", agregó el dirigente.