A sus 26 años, Dani Alves ya tiene en su poder todos los títulos a su alcance a nivel de clubes en Europa, pero el lateral brasileño quiere más: en vísperas de disputar la Supercopa de Europa ante el Shakhtar Donetsk, avisa de que aspira a seguir ganando títulos durante muchos años.

"En mi casa he ampliado el espacio para los títulos. Y si hay que alquilar una casa más grande, sin problemas", bromea Alves, insaciable, cuando se le pregunta por su gran palmarés. "Si es por ganar títulos, se hace hueco, porque siempre caben más. No me gustan los espacios vacíos y quiero ganar al menos diez o doce más", proclama.

El jugador brasileño tiene claro que, pese a la dificultad del reto, el Barça debe "mantener ante todo su identidad", que pasa por "seguir siendo muy humildes" para intentar repetir el triplete. "Es difícil, para qué negarlo, pero también es verdad que somos uno de los posibles candidatos a ganarlo todo".

Dani Alves es el único jugador de la plantilla del Barcelona que ya cuenta con una Supercopa de Europa en su palmarés. La ganó en 2006, ante el Barça de Rijkaard, en el 3-0 que supuso el principio del fin de Ronaldinho, Deco y el propio Rijkaard en el club.

En 2007 también jugó la final con el Sevilla, pero la perdió ante el Milan (3-1). Tres días antes había fallecido su compañero Antonio Puerta. "Aquel día no teníamos ánimo para jugar", recuerda.

Fue un día extraño en la carrera deportiva de Alves. Pocos jugadores como el brasileño pueden presumir de haber ganado tantas finales: con el Sevilla, dos Copas de la UEFA (2006 y 2007), una Copa del Rey (2007), una Supercopa de Europa (2006) y una Supercopa de España (2007). Con el Barcelona, una Copa del Rey, una Liga de Campeones y una Supercopa de España. Y con la selección brasileña, el Mundial sub'20 en 2003, la Copa América en 2007, y la Copa Confederaciones en 2009.

Su próximo reto arranca mañana en Mónaco, a las 20.45 horas. A tenor de su experiencia en las finales, el Barça ya tiene media Supercopa en el bolsillo.