El futbolista brasileño Daniel Alves dijo hoy que espera que la selección "verde-amarela" consiga su plaza en la Copa del Mundo de 2010 en el partido del próximo sábado ante Argentina porque eso le daría un sabor especial a la clasificación.

"Lo más significativo es ganar y poder estar en la Copa del Mundo, y si encima es contra Argentina, mejor todavía. Siempre tiene ese gusto maravilloso", dijo el lateral derecho del Barcelona a periodistas en la Granja Comary, el centro de entrenamientos que la selección brasileña tiene en Teresópolis, ciudad cercana a Río de Janeiro.

Alves señaló que tiene amistad con el astro argentino Leonel Messi, su compañero de club, y que han conversado sobre el partido del sábado, pero subrayó que la camaradería termina cuando hay de por medio un clásico como el que se jugará en la ciudad de Rosario (Argentina).

"Ahí comienza la rivalidad y a partir de que empiece a rodar la pelota ya no hay amistad", expresó.

El brasileño señaló que desde que llegó al club catalán se ha identificado mucho con Messi y que tiene "la felicidad de ser su compañero", pero insistió en que la rivalidad nacional pesa mucho a nivel de selecciones.

"Hemos comentado que va a ser difícil para ambas partes", subrayó Alves al explicar que si para Brasil un triunfo puede significar la clasificación anticipada para la Copa del Mundo de Sudáfrica, a los argentinos les urge la victoria para mantenerse entre los cuatro equipos que conseguirán la plaza directamente.

A falta de cuatro jornadas para el cierre de las eliminatorias suramericanas, Brasil lidera la tabla con 27 puntos, seguido por Chile, con 26, mientras que Paraguay es tercero, con 24, y Argentina está en el cuarto puesto, con 22 unidades.

"Va a ser un partido muy difícil, un clásico mundial y tenemos que estar atentos y bastante concentrados porque en estos partidos los detalles son muy importantes", concluyó Alves sobre el clásico del fútbol suramericano y mundial.

A los entrenamientos de hoy asistieron cerca de 200 niños de escuelas públicas de Teresópolis vistiendo camisetas que llevaban estampada la frase: "La selección es nuestra".

El mensaje fue una forma de reivindicar los vínculos de Teresópolis con la selección nacional ante los planes de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) de construir una nueva sede para la "verde-amarela" en el barrio de Barra de Tijuca, en Río de Janeiro, de cara a la Copa del Mundo de 2014, que se celebrará en este país.