Doce partidos sin jugar. Es el castigo con el que Competición condenó ayer la patada que el jugador del Xirivella, Ignacio Feijó, le propinó en la cara al portero del Ribarroja B, Víctor Manuel, cuya vida corrió peligro y al que ahora le espera una larga recuperación.

Según el testimonio del árbitro, Pablo Vara Segarra, quien testificó en Castellón porque no pudo desplazarse a Valencia por trabajo, la acción fue «perfectamente evitable», ya que en su opinión podría haber «retraído la pierna o saltado por encima del portero».

El veredicto de Competición es que se trata de una «jugada brusca con resultado de lesión grave», por lo que le aplica el artículo 339 letra E del reglamento, en el que se contempla que la sanción máxima son 12 partidos cuando la baja por lesión es superior a siete días, algo que en el caso de Víctor Manuel se ha superado y además con creces por la triple fractura de mandíbula y el resto de complicaciones.

Con la declaración del árbitro y el parte de lesiones en la mano, lo cierto es que el juez único de Competición introdujo un apunte en el acta considerando que este tipo de jugadas no están suficientemente tipificadas ni sancionadas por el reglamento. Por ese motivo sugiere que se estudie una modificación del mismo en la próxima asamblea, ya que entiende que en el actual hay un vacío legal al respecto.

Al enjuiciar la patada como una acción brusca pero no como agresión o un comportamiento violento, lo que podría haber supuesto la inhabilitación durante un año del agresor, el juez deja entrever que la sanción de doce encuentros tal vez se queda corta. De hecho, el Xirivella podría apelarla y reducirla incluso a ocho o nueve debido a que el jugador no tiene agravantes en su curriculum, en el cual tampoco aparece que hubiese lesionado a alguien más hasta la fecha.

Un estudio a conciencia

Lo cierto es que conscientes de la gravedad del asunto y de su repercusión, los miembros de Competición estudiaron a conciencia los detalles del caso y analizaron el historial del sancionado en una reunión que se alargó durante casi dos horas en los locales federativos de Barón de Cárcer. De hecho, la lectura del parte de lesiones los dejó con la sensación de que la patada no está suficientemente castigada.