El partido que disputaron San Antonio de Benagéber y Atlético Vallbonense terminó como el rosario de la aurora, un nuevo caso de violencia en el fútbol regional. Hasta el punto de llegar a suspenderse el encuentro, que en teoría se disputará esta semana. A falta de 25 minutos para el final un lance entre el portero local y un jugador visitante calentó los ánimos de futbolistas y aficionados, aunque antes de esta acción los nervios ya estaban a flor de piel. Montalva Jordà, el colegiado, mandó al vestuario con tarjeta roja a Reynaldo por protestar y, como se aprecia en las imágenes, se montó una tangana que terminó con la agresión del expulsado al árbitro —recibió un puñetazo—.

Dicho acto fue la gota que colmó el vaso. Durante los 65-70 minutos que se jugaron las ´broncas´ fueron constantes. Las quejas de jugadores y aficionados locales hacia la actuación arbitral fueron constantes. Andrés Jiménez, el presidente del San Antonio de Benagéber, condenó la violencia, aunque lamentó la actuación del juez de la contienda: «Todo se calentó por el arbitraje, que dejó mucho que desear. Provocó la situación». Por su parte, el máximo mandatario rojiblanco, Miguel Doménech, también se pronunció mínimamente sobre lo ocurrido en el encuentro: «Todo se ensañó demasiado y al final hubo jaleo. Nosotros estamos tranquilos, nadie nos ha llamado. Ellos tienen más que perder con ésto, ya que estaban implicados para conseguir la segunda plaza». El presidente del Atlético Vallbonense fue más allá: «Habrá que esperar a ver que dice la Federación, pero igual les sancionan con puntos y la pérdida del partido».

El encuentro era clave para los locales, que conservaban opciones para seguir enganchados en la lucha por el ascenso a Regional Preferente. Por su parte, el equipo de la Pobla de Vallbona, que iba perdiendo el encuentro por 2-1 cuando se suspendió, consiguió el ascenso y se proclamó virtualmente campeón tras el empate a tres cosechado contra el C. D. Alaquás el pasado domingo. «Mucho tendría que darse para que no quedaramos primeros, que no ganaramos y el Paterna perdiera con una gran goleada», indicó.

Por su parte, el San Antonio de Benagéber se impuso con solvencia el pasado domingo al Sporting Ribarroja (3-0). Ahora aguardan con impaciencia la resolución de la Federación Valenciana, que probablemente sancionará a Rey con unos cuantos partidos e impondrá una fuerte multa económica a la entidad.

Andrés Jiménez espera compasión

El máximo mandatario del San Antonio de Benagéber, Andrés Jiménez, confía en que la Federación Valenciana no se cebe con el conjunto local tras los altercados que ocurrieron la pasada semana contra el Atlético Vallbonense.

El presidente insistió en que fue «un hecho de una persona, no de todo el equipo». «Espero que sólo haya la sanción de partidos a Rey y una multa económica. No ha sido cosa de todo el equipo», dijo. El propio Andrés Jiménez indicó que al jugador «se le fue la cabeza», aunque pide comprensión: «El chico lo está pasando mal, se encuentra asustado y arrepentido. El nunca ha vivido una situación así. Tiene asumida la sanción, es consciente de lo que ha hecho y sabe que lo va a pagar».

Finalmente, el propio Andrés Jiménez insistió en que no sería de recibo castigar al club con puntos y la pérdida del partido: «Es una acción personal de un jugador el equipo no tiene culpa y no hay niguna reglamentación donde se diga que nos pueden quitar puntos. No podemos tener una escopeta y pegar un tiro al primero que diga algo en el campo».

El jugador asume el castigo

Rey analizó lo sucedido: «Lo que pasó se pudo evitar, fue un desquicio. Aceptaré la sanción». No obstante, el propio futbolista reprochó la actitud del colegiado hacia todo su equipo desde el minuto 1 del encuentro: «Nos estaba todo el rato amenazando y con comentarios del tipo: ´Callaros que sino os vais a la ducha´. Por otro lado, la directiva se reunió ayer y visualizó las imágenes del partido para recurrir en caso de que el ´castigo´ lo consideren excesivo.