Güiza, Momo, Bermejo, Paredes, Baraja. Mucho producto nacional se ha tanteado, pero finalmente parece que los frutos se van a recoger en el mercado extranjero. La entidad oficializó el fichaje del delantero Thomert, y ahora hay interés en Arévalo Ríos. El mediocentro solventaría un problema y sus agentes estuvieron negociando ayer en Alicante. No obstante, la operación es complicada.

El futbolista, que es propiedad del Peñarol, ha disputado con su selección el Mundial de Sudáfrica, donde Uruguay quedó cuarta clasificada, por encima de las expetactivas creadas. El internacional pretende dejar a toda costa su club debido a los impagos. Algo que tiene movilizados al primer equipo y a todas las categorías inferiores del conjunto charrúa, que están realizando medidas de fuerza. Gerardo Rabadjda, que representa al futbolista, se encuentra en un tira y afloja con el presidente Juan Pedro Damiani, que no parece dispuesto a facilitar la salida. Sin embargo, el centrocampista quiere cambiar de aires a toda costa y cree que le ha llegado el momento de dar el salto al fútbol europeo.

El Hércules es la opción que más le agrada tras no concretarse su pase al Cagliari.Por ello, sus agentes llegaron ayer al Rico Pérez para intentar encarrilar la operación. Mientras tantos el futbolista viajó a Mexico la madrugada del pasado miércoles para pasar sus vacaciones junto a su familia. Un descanso merecido tras la disputa del torneo clausura, las finales ante Nacional y lo conseguido en el Mundial de Sudáfrica.

Por otro lado, la llegada de Abel Aguilar continúa en el aire. El jugador sólo desea recalar en la Liga Española y el Hércules lo tiene en su lista de preferencias. Sin embargo, las altas pretensiones económicas del Udinese han hecho que la secretaría técnica blanquiazul contemplara otras opciones y aparcara una negociación para traer al colombiano. El Udinese, su club de procedencia, exige tres millones de euros para desprenderse del futbolista, que brilló en su primera etapa en el Rico Pérez.